Joseba Muguruza ha sido una de las apuestas del entrenador Óscar Cano. El vasco llegó a Castelló prácticamente como delantero, y ha sido reconvertido a lateral por el entrenador con éxito. En las últimas semanas ha moteado su aportación con asistencias y algún gol, y ha convertido los silbidos en aplausos. Ayer levantó a la grada en un par de ocasiones, a base de esfuerzo. Lástima que su aportación del primer tiempo se viera deslucida tras el descanso, con el empate postrero que frustró al conjunto albinegro. «Es un empate malo», admitió Muguruza, «porque era un partido que debíamos ganar».