La agrupación local de Ciudadanos en Castelló es un auténtico polvorín. La guerra declarada entre la dirección autonómica y la junta, liderada por su coordinador, Félix del Pozo, tiene visos de prolongarse durante varias semanas y colocar al borde del abismo a la formación naranja en la capital de la Plana.
La enésima maniobra de València para maniatar y arrinconar al grupo de Del Pozo ha sido solicitar el acta de la reunión en la que la junta acordó el nombramiento de Alejandro Marín-Buck como candidato a la alcaldía de Castelló. La dirección autonómica (y muy especialmente Toni Cantó) quiere conocer los términos de ese encuentro, esto es, quiénes votaron a favor de la elección y en base a qué se decidió oficializar un alcaldable, cuando los estatutos del partido especifican que en las agrupaciones con menos de 400 afiliados, como es el caso, la designación del cabeza de lista estará determinada por el órgano territorial, elevando su propuesta a la dirección nacional, que en última instancia resolverá.
Por otro lado, desde València se considera un menosprecio hacia la militancia de Castelló el hecho de que ya que tenía decidido nombrar un candidato y una lista, la junta no hubiera planteado de forma abierta a los afiliados la posibilidad de presentar candidaturas para aspirar a ser alcaldable.
Al respecto, fuentes cercanas al grupo de Del Pozo han confirmado a este periódico que, tras Marín-Buck como número uno, se situarían otros miembros de la propia junta, aunque está por determinar en qué posición. Algunos nombres que han trascendidos son Eduardo del Pozo, Esteban Ventura, Ángel Bordanova y Cielo Leiros. A ellos habría que sumar a Jesús Martínez.
Frente a esta opción, València sigue insistiendo en imponer a Jesús Merino, impulsado por la diputada provincial Cristina Fernández, decidida a asaltar la agrupación de la capital de la Plana. Aunque el neurocirujano cuente con el rechazo de la militancia de Castelló, la dirección autonómica lo considera el alcaldable adecuado. Incluso, habiendo claudicado ante sus exigencias de tener dedicación exclusiva como concejal para seguir ejerciendo como facultativo en el General y Hospital Jaume I, así como decidir los cuatro siguientes en la lista de Ciudadanos para las municipales.
En esta coyuntura de crispación y enfrentamiento entre Castelló y València, Madrid no descarta intervenir para poner fin al conflicto. Así, entiende que la batalla entre los dos bandos no hace más que perjudicar la imagen de la formación, además de dilatar la oficialidad del candidato.
