El Castellón se aferra el campeonato en escorzo y con la lengua fuera. Un gol de Jairo Cárcaba en el minuto 89 evitó la derrota de los albinegros en el Collao. El duelo directo entre rivales de la zona baja terminó 1-1, un resultado que lastra las opciones de ambos de cara a las últimas cinco jornadas del campeonato. Lo anímico pesa tanto en estas semanas que el equipo de Óscar Cano puede salir reforzado, al contrario que el Alcoyano. La lucha en la zona baja va de supervivencia, y eso hizo ayer el Castellón: sobrevivir. El conjunto orellut es penúltimo, a dos puntos del play-out y a tres de la permanencia. El agónico gol de Jairo, abonado a los cabezazos salvadores, es una tirita en una hemorragia abierta, pero bien vale una vida extra, bien vale una nueva oportunidad para el próximo fin de semana.

El partido arrancó animado, con espacios, y de una ida y vuelta que pareció manejar mejor el Castellón. Los albinegros fueron de más a menos en el primer tiempo. Óscar Fernández, titular en el extremo izquierdo, halló con frecuencia espacios en campo contrario, casi siempre producto robos y transiciones. En el minuto 5 tuvo la primera, en una contra que se jugó él solo con un tiro sencillo para el meta Bañuz. Mejor fue aún la ocasión del minuto 10, cuando le cayó un rechace en la frontal sin portero bajo palos. Óscar aseguró el tiro a puerta, pero lo sacó bajo palos un defensa.

En el ir y venir el Alcoyano también pisaba el área de Álvaro Campos, pero sin remates en el primer cuarto de hora. Eso cambió en el minuto 15. La tarde dio un vuelco en una maniobra de estrategia. El visitante Castells concedió una falta lejana y frontal, y la pizarra de Alcoyano descoyuntó la defensa del Castellón. La acción ensayada facilitó un centro lateral de Nieto que cabeceó a la red Navarro, en probable fuera de juego y ganándole la espalda a César Díaz, remolón en la marca.

Con el 1-0 todo lo que era abierto se convirtió en cerrado sobre el césped del Collao. El Alcoyano se replegó como un bicho bola cuando lo tocan. Se juntó apretando filas y se perfiló para cazar algún contragolpe. A la media hora, el ariete Braulio exigió de veras a Álvaro con un disparo desde la frontal, tras una recuperación en campo contrario. El Castellón, enfrente y sin noticias de Jamelli, limitó su inventiva a los balones colgados, sin éxito y sin remates claros. La contienda se fue agriando. Así llegó el descanso.

Reanudación

El segundo tiempo fue de dominio territorial del Castellón. En el 48, una rosca de córner de Muguruza estuvo a punto de convertirse en un autogol local. Solo las arrancadas del pivote Anaba dieron oxígeno al Alcoyano, cada vez más atrás. La primera la finalizó con un chut demasiado elevado, y la segunda la paró Regalón lanzándose a sus pies, al límite del penalti.

Una gran porción de la temporada se le escurría al Castellón con la derrota, y Cano pulió el perfil ofensivo de su equipo con los cambios. Julio Delgado se movió entre líneas tras sentar a Caballero (tuvo de zurda la mejor oportunidad, y se le marchó alta), y Jairo se unió a la amenaza aérea junto a César y Cubillas tras relevar a Óscar. En los últimos minutos se añadió Kilian a la hoguera, sustituto del central Carlos Delgado. El partido vivió entonces dos inercias. Las opciones de contra mal gestionadas por el Alcoyano y los centros al área del Castellón, buscando la épica y la desesperada. Ahí se maneja como nadie Jairo, un ariete de aire silvestre, un canibal del gol. En el 89 cabeceó voraz a la red un centro clásico de Muguruza.