Más de 4.000 castellonenses asistieron como espectadores a la segunda edición de Moda en la calle, la iniciativa que la concejala Marisa Ribes, responsable entonces del área de Sanidad y Consumo, puso en marcha con el objetivo de «dinamizar la actividad comercial del pequeño y mediano comercio de la ciudad pero, al mismo tiempo, ampliar el programa de actividades que se celebran en la calle».

El desfile, que se celebró los días 21 y 22 de abril de 1994, contó con la participación de 34 firmas castellonenses que presentaron sus colecciones para la campaña de primavera-verano. Los establecimientos que participaron, y muchos de los cuales ya no existen, fueron Ñacos, Chatines, Descamps, La Base, Tot Jove, Casa Folch, Novo, Tanit, 091, Oh! La La, Charme, Dolores, Issimo, Iván, Bad Boys, Mentha, Ham, Cristina Modas, Manolita Modas, Dres Man, Lamberman, Chico's, Galas, Josephine, Immagine, Vip's y Torino.

Según explico Marisa Ribes, y después de haber realizado un muestreo a nivel comercial, «la ropa que se mostró en la pasada edición, en la que solo participaron 11 tiendas, se vendió toda, ya que la gente valora mucho haber visto en un desfile las distintas maneras de combinar la ropa y los complementos a la hora de decirse por algo».

La organización de la segunda edición de Moda en la calle contó con un presupuesto de un millón de pesetas. Es decir, 6.000 euros.

Levante de Castelló publicó el libro 'Festa'

Levante de Castelló comenzó a publicar en abril de hace 25 años, los fascículos semanales que daban forma a Festa, «un libro con el que Castelló recupera el sentido histórico de sus tradiciones», según explicó su director, el hoy cronista oficial de la ciudad, Antonio José Gascó, quien, a lo largo de dos intensos años de trabajo, contó «con un destacado plantel de colaboradores».

El objetivo de Levante de Castelló era, según explicó Gascó, «presentar una obra que fuera definitiva y que estuviera en la línea de las anteriores publicaciones que el periódico ha llevado a cabo, sobre todo la excelente Historia de Castellón», señaló.

En el libro Festa, no solo se estudio las fiestas de la Magdalena, «y aún estas no desde el año 1945, sino desde sus orígenes en el siglo XIV. Además, se ha realizado un completo análisis de todas las fiestas de la ciudad siguiendo el calendario anual desde el Betlem de la Pigà al Mos queden, las fiestas de las ermitas, las de carrer, el calendario litúrgico... En fin, que no va a haber festividad que no se estudie desde sus raíces antropológicas e históricas», explico el director de la obra.

Antonio José Gascó se mostraba orgulloso del resultado final de la obra que Levante de Castelló iba a regalar, semana a semana, con la compra del periódico y que después podría encuadernarse en unas lujosas tapas, y subrayó que Festa nacía con el objetivo «de ser una obra que creará estado de opinión y que ayudará a desmitificar muchos aspectos de la fiesta», declaró.

Sixto Barberá abandonó la Junta de Fiestas

Sixto Barberá anunció a través de las páginas de Levante de Castelló, en su edición del 29 de abril de 1994, que no se iba a presentar a la reelección de presidente de la Junta de Fiestas por considerar, según manifestó, que ya había cumplido su papel durante los dos años de su mandato y que era hora de pasar el testigo.

El doctor Sixto Barberá fue elegido presidente de la Junta de Fiestas de Castelló el 18 de julio de 1992. Fue el tercer presidente democrático de la entidad y sustituyó en el cargo a Luis Doménech.

Sixto Barberá fue elegido «por aclamación» y dedicó su mandato a realizar una profunda y certera renovación de las fiestas fundacionales de Castelló, intentado hacerlas lo más populares posibles.

Uso racional de los fármacos

El presidente del Colegio de Farmacéuticos de Castelló, que en 1994 era José María Mulet, anunció que se iba a poner en marcha una campaña para proporcionar a los ciudadanos «conceptos básicos sobre los fármacos, de cara a un uso racional de los mismos», según explicó.

Este programa, que se promocionó bajo las siglas Edufar, fue impartido por los farmacéuticos que «ofrecerán charlas en asociaciones de vecinos, centros de salud, amas de casa y otros colectivos con conceptos sencillos sobre el medicamento y su correcta utilización». Cada charla estaba dividida en tres sesiones de 45 minutos cada una.