El Festival Internacional de Teatre de Carrer de Vila-real ha puesto punto y final, un año más, a un fin de semana en la calle con la cultura por protagonista. Numerosos vecinos y visitantes se han acercado a los distintos espacios que una veintena de compañías locales, nacionales e internacionales han tomado como escenario. Teatro, circo, música y danza se han combinado con delicadeza y maestría para cautivar a un público expectante y exigente como el de las artes de calle. El noruego John Fisherman ha ofrecido 4 pases, cada uno diferente debido a la participación del público, en los que ha dado una lección de libertad y solidaridad; una performance que ha dado mucho sobre lo que pensar y ha arrancado lágrimas.

La conferencia de Pau Llacuna sobre «Festivals i territori» ha reforzado el hilo conductor de esta edición, el impacto de las artes de calle en la sociedad. Asimismo, los que han atraído toda la atención son los artistas y los mensajes de sus espectáculos.

Desde la delicadeza de la francesa 'Claire Ducreux' hasta la diversión de los gaditanos 'El Carromato'; pasando por la realidad que ha contado 'Adhok' (Francia) con sus encantadoras historias; las acrobacias que quitan el aliento de los murcianos 'UpArte'; la energía más esencial de 'All&Oli', una producción local de 'La Furtiva', en la que han mostrado el work-in-progress en el que están trabajando; o el grito reivindicativo de las catalanas 'Les Impunxibles'.

La última jornada, dirigida especialmente al público familiar, contó con el duo 'Acrobàcia Mínima' y con la diversión del 'Tanque Gurugú'. También el work-in-progress de los locales 'xa! Teatre'; la comicidad musical más original de 'La Temeraria' (Suiza); los hipnóticos movimientos de 'Otra Danza' (C. Valenciana) y los números de circo de 'Atirofijo' (Baleares) han transmitido su mensaje y arrancado emociones diversas.

El cierre corrió a cargo de los portugueses 'PIA', que han presentado la dicotomía de la vida y la muerte, anunciando que al festival también le llegaba la hora de terminar.