Vila-real se despidió anoche de Sant Pasqual pensando ya en las celebraciones de 2020. Las ganas de fiesta no desaparecieron con la traca final, el correfocs y el castillo de fuegos. Muchos comenzaron a planificar el próximo año. O, al menos, empezaron a imaginar cómo se plasmarán algunas de sus ideas para potenciar un programa con más de 220 actos y que, una vez más, resultó un éxito en cuanto a participación se refiere.

La pólvora y el fuego, como ya es una tradición, pusieron el colofón a las fiestas patronales. La jornada dominical, más tranquila que la del sábado, arrancó con el X Rally Vespa-real, cuyos participantes recorrieron el centro de la ciudad hasta llegar a la plaza Mayor. A continuación, se celebró el campeonato de ajedrez, así como la segunda edición de la marcha saludable familiar hasta el termet. El desfile de coches antiguos tampoco pasó desapercibido entre los vila-realenses.

El baile en vivo fin de fiestas en el CEAM de la calle Gamboa animó la tarde, en la que también hubo concurso de palomas deportivas.

No obstante, el acto más multitudinario correspondió a la actuación de La Década Prodigiosa, que interpretó sus mejores éxitos. El ambiente de fiesta culminó con el cierre de la traca final, seguida del correfocs y del castillo de fuegos de la pirotecnia Martí.