Habría que hilar muy fino para encontrar, en los últimos años, a un equipo de Segunda División B que habiendo estado treinta y dos partidos ocupando plazas de descenso al final del campeonato hubiese esquivado dicho descenso. El Castellón puede presumir, por decir algo, de haberlo experimentado esta temporada recién finalizada. En la última jornada, en el descuento y gracias a un compinche (el Conquense) se logró. De lo contrario ayer el conjunto de la capital de la Plana hubiese estado en el bombo del 'play-out'.

Han sido treinta y dos jornadas sobre el alambre: veintinueve en descenso puro y tres en promoción de descenso. De las veintinueve jornadas entre los cuatro peores, en ocho lo hizo siendo el colista. Y sólo en seis ocasiones permaneció el Castellón fuera del descenso. Y hasta en veintiséis jornadas consecutivas estuvo el equipo capitalino ocupando plaza de descenso a Tercera.

Afortunadamente, todo este sufrimiento tuvo un final feliz con el desenlace dominical de Castalia. Eso sí, nunca antes en Segunda B los albinegros habían estado tan mal en la tabla. Cabe recordar que el único descenso del Castellón a Tercera desde la creación de la Segunda División B se produjo en los despachos, y no sobre el campo. Fue en el año 2011 por impagos a los jugadores.