La liberalización del peaje de la autopista AP7 de Vila-real, prevista para el próximo 1 de enero, supondrá una «merma económica» para las arcas municipales de ese consistorio castellonense, que dejará de ingresar más de 180.000 euros por el IBI. El concejal de Territorio del municipio, Emilio M. Obiol, reconoció ayer que se trata de una noticia «que llevábamos años esperando y que aplaudimos, pero que suma una nueva merma de los ingresos a la ya delicada situación económica municipal».

Según el consistorio vilarrealense, esta liberalización «supondrá un nuevo revés para las arcas municipales» al ya no estar la carretera sujeta al pago del impuesto, por lo que «a las previsiones presupuestarias del próximo año deberemos restarle esta cantidad». «La futura liberación de la autopista es una noticia que llevábamos reivindicando años y por la que nos felicitamos, pero es importante que seamos conscientes de que todo tiene sus consecuencias y su coste», advirtió el alcalde de la localidad, José Benlloch.