La meteorología ha beneficiado a los aficionados a recoger setas en Castellón, pues las lluvias de septiembre han favorecido la aparición de hongos termófilos en campos, bosques y hasta jardines. La temporada de setas comienza con las primeras lluvias y la humedad, por lo que los recolectores se están dejando ver cada vez en más abundancia por distintos puntos de la provincia. Desde Mediterráneo hemos querido publicar un decálogo de consejos, asesorados por Cándido Sos, presidente de la Asociación Micológica de Castellón (Asmicas), para que los principiantes lo tengan en cuenta y los más avezados refresquen la memoria.

1. Siempre que recolectemos setas para llevar a la cocina, hay que estar seguros de haberlas identificado correctamente, una por una. Para ello es recomendable tener una completa guía de hongos con las correspondientes descripciones macro y microscópicas de las diferentes especies, aunque a los principiantes estas guías les pueden confundir más que ayudar, pues el usuario debe tener cierta experiencia previa para diferenciar si una seta es comestible. Destacar que en la provincia de Castellón puedes encontrar fácilmente varias especies tóxicas como la Amanita phalloides, Lepiota brunneoincarnata, Amanita pantherina, Amanita proxima, Omphalotus olearius, Agaricus xanthodermus... Puedes ampliar la información pinchando aquí.

2. Hacer siempre dos cribas, una en el campo antes de poner el ejemplar en la cesta y otra mientras limpiamos los que vamos a cocinar. Existen un sinfín de especies distintas en España (se especula que unas 1.500), por lo que es importante tener en cuenta esta diversidad para no equivocarnos y consumir un hongo que pueda resultar dañino para nuestra salud.

3. Para buscar setas se debe conocer bien la zona, llevar un buen mapa o, mejor incluso, un gps, pues hoy en día son muy asequibles y más fáciles que utilizar un mapa con una brújula. También es importante llevar silbato, mochila con agua y algo de comida, amén de un móvil con la batería cargada. No habría que salir nunca en solitario y es aconsejable saber de árboles. Diferenciar, por ejemplo, la jara del tomillo, porque ciertas setas solo salen bajo un tipo de vegetación (matorral, arbusto, árbol, etc.) y es básico para saber qué buscamos. Los robellones, por ejemplo, son típicos de pinares. Para buscar setas se debe valorar la altura, la vegetación, si estás cerca del mar, si estás en la montaña€

4. Contrastar nuestro criterio de clasificación con una persona entendida en la materia, esto aumentará nuestra seguridad y conocimientos.

5. No consumir nunca setas en mal estado, como es obvio, ni ejemplares poco desarrollados, ni demasiado maduros.

6. No utilizar nunca bolsas de plástico para llevar las setas, se rompen y descomponen muy rápido. Su consumo puede resultar peligroso. La cesta es indispensable para recoger los hongos, pues los airea y evita que fermenten en el camino de vuelta a casa.

7. Es aconsejable dejar algún ejemplar en la nevera sin consumir, en caso de intoxicación severa o grave, se aconseja acudir con él a un centro hospitalario. La identificación resulta más rápida y se pueden activar rápidamente los protocolos de intoxicación grave.

8. No mezclar en la misma cesta ejemplares para consumo, junto con ejemplares tóxicos o que queramos estudiar.

9. Tenemos que llegar a comprender que las setas tóxicas también realizan una función muy importante en la naturaleza, por lo que hay que respetarlas y no darles patadas, ni romperlas. Podemos observarlas, tocarlas, manipularlas para su clasificación sin ningún miedo.

10. Todo cuadro de intoxicación que aparezca después de 6 a 8 horas de haber ingerido las setas, debe ser sospechoso de intoxicación grave. Las intoxicaciones con periodos de latencia largos, son siempre las más peligrosas. En caso de intoxicación, se debe ir al hospital, y también existe un teléfono de Información Toxicológica operativo durante las 24 horas del día, los 365 días del año. Es el siguiente: 915620420.