La Universitat Jaime I ha acordado trasladar a la fiscalía toda la información sobre denuncias anónimas sobre presuntos actos de acoso sexual en el campus, aunque niega, tras una investigación realizada por la Unidad de Igualdad, que haya ningún caso en la actualidad. No obstante, con esta acción pretende eliminar cualquier mínima sospecha sobre la institución.

Estos hechos se producen después de que aparecieran en la universidad una serie de carteles anónimos en los que, con nombres y apellidos se señalaba a una serie de profesores, acusándolos de presuntos abusos o de "trato diferente a alumnas que iban sexis", así como de otros en los que se acusaba a la UJI de silenciarlo y denunciando que estos seguían ejerciendo. Unos carteles de los que se hizo eco en su página de Facebook el colectivo Subversives el 11 de febrero y el 25 de febrero así como las denuncias anónimas que hicieron llegar a la Unidad de Igualdad y a la vicerrectora el día 4 de ese mes, que aseguraron ser un centenar.

La UJI abrió una investigación sobre los hechos y, ahora, defiende ponerlos en conocimiento del Ministerio Público por entender que es la instancia que permite a las víctimas --"si existen", dice la UJI en un comunicado-- defender sus derechos y a los profesores a los que se acusa de la comisión de estos actos puedan ejercer su derecho de defensa.

Por eso la UJI ha remitido los 29 escritos anónimos que, según indica, se hicieron llegar al vicerrectorado junto con la relación de actuaciones hechas por la UJI y la difusión a través de redes sociales y medios de comunicación.

Según la UJI, las actuaciones realizadas por su parte no evidencian ningún comportamiento irregular en la actualidad pero aseguran además que el anonimato de las denuncias ha impedido que se haya podido desarrollar un procotolo contra los supuestos de acoso.

Desde la Jaume I aseguran que, con esto se han agotado todas las actuaciones administrativas de su competencia y considera que tienen obligación darlo a conocer a la Fiscalía con la información de que disponen hasta el momento, en línea con la tolerancia cero hacia el sexisme. Desde la UJI reiteran que quieren proteger a las víctimas si las hubiera y, si no, eliminar cualquier sospecha de que se estén produciendo casos de acoso y dar opción a las partes de defenderse por los mecanismos que ofrece el estado de derecho.