Joan Baldoví y Carlos Ramírez se vieron ayer las caras en el juzgado de primera instancia e instrucción número seis de Sueca. El juicio de faltas por la presunta injuria que el primer teniente de alcalde del ayuntamiento suecano y diputado en las Cortes Generales por Compromís, profirió contra Ramírez, quedó visto para sentencia. Los hechos se produjeron hace ahora un año en el transcurso del pleno del mes de octubre. Los tres ediles populares que testificaron, Mª Ángeles Matoses, Kiko Ortolá y Celia Beltrán, corroboraron en la sala la versión denunciada por Ramírez, entonces portavoz del Grupo Municipal Popular, quien estuvo representado por el abogado José Luis Ribera, compañero de grupo político en el consistorio.

El denunciado mantuvo su versión de que la conversación que mantenía con su compañera Teresa Ribes entraba dentro del ámbito de lo privado, sin estar en el uso de la palabra y con el micrófono cerrado. Por ello, entiende que «el denunciante malinterpretó alguna de las cosas que dije, fruto evidentemente de la tensión que había ese día en el pleno», dijo.