El colegio Ciutat de Cremona de Alaquàs, un conjunto de barracones que pervive desde hace ocho cursos y donde estudian 600 alumnos, fue ayer escenario de una intensa jornada de acciones y movilizaciones. El objetivo es oponerse al arreglo escolar para el curso 2014-2015, que les suprime las tres unidades de infantil para tres años, lo que impide que se matriculen niños y se entiende como el paso definitivo para cerrar el centro, una vez se extingan las actuales líneas.

Por ello, tras una primera noche de encierro de padres, madres y alumnos en las dependencias del centro, una representación de la AMPA se trasladó ayer a la Conselleria de Educación donde entregó 200 cartas de la comunidad educativa dirigidas a la titular, María José Català. Allí, tramitaron uno a uno estos escritos que «reflejan el sentir de los niños y niñas de su puño y letra en contra de cierre de las líneas de infantil en el Ciutat de Cremona y en contra del cierre del colegio, si continúa la situación». También presentaron cartas de los padres en las que se quejan de que el Cremona «es el centro más castigado de toda la Comunidad Valenciana».