El Ayuntamiento de San Antonio de Benagéber suministró durante el mes de febrero agua potable con el doble de microorganismos aerobios de lo recomendado por el Ministerio de Sanidad, según las analíticas ofrecidas por el SINAC (Sistema de Información Nacional de Agua de Consumo). Este episodio, al parecer, se ha solucionado ya con un nuevo tratamiento y posterior análisis.

En concreto, se trata del líquido dirigido al casco urbano y las urbanizaciones de San Vicente y Montesano Nuevo, en el que se detectó una tasa de 210 ufc/ml (unidades formadoras de colonias por mililitro), cuando la Dirección General de Salud Pública recomienda que los valores no superen los 100 ufc/ml. No obstante, para considerar el agua como no apta para el consumo, se deberían alcanzar los 10.000 ufc/ml. Eso sí, esta medición supone que «la red de suministro ha quedado expuesta a una posible proliferación de microorganismos y contaminaciones bacterianas que podrían haber implicado riesgos en la salud de la población», según técnicos consultados por este periódico.

Este aumento de microorganismos puede venir provocado por la falta de cloro, que se emplea para desinfectar aguas estancadas, como las de los depósitos. De hecho, Plataforma Guanyem SAB-Compromís ya denunció que habían sido detectados en el agua de San Antonio de Benagéber niveles inferiores a 0,4 ppm (partes por millón) de cloro, el límite mínimo marcado por la Generalitat, por lo que ésta podría ser la causa del exceso de microorganismos.

Asimismo, el Síndic ya había emitido recomendaciones al consistorio para que informara sobre el agua que no es apta para el consumo humano por exceso de nitratos, ya que podría provocar problemas sobre todo en embarazadas o enfermos crónicos. A fecha de 4 de abril el Síndic todavía no había recibido respuesta del ayuntamiento a su resolución.