El intento de grabación por parte del concejal de Riba-roja Pot Rubén Ferrer a un regidor de EU, Rafael Gómez, y a dos ediles de Ciudadanos, Francisco Caparrós y Teresa Ruiz, motivó ayer que Ciudadanos haya anunciado que va a denunciar al regidor de la marca local de Podemos. Ayer, Caparrós solicitó por registro de entrada que se abra una investigación sobre lo sucedido y lamentó «estas prácticas deleznables y torticeras». Porque ambos concejales temen que en otras reuniones se les haya podido grabar «en compañía de asociaciones y colectivos del pueblo».

Por su parte, Esquerra Unida emitió un comunicado en el que calificó «de graves las declaraciones publicadas en Levante-EMV, al reconocer Rubén Ferrer que sí grabó la conversación telefónica, sin autorización previa». En esa línea, tilda de «grave» que el munícipe reconozca «haber mentido para presionar al edil de Esquerra Unida ante la plataforma Salvem Porxinos, de la que ambos son miembros». Igualmente, la coalición ve «grave que en las propias dependencias del consistorio se puedan estar haciendo prácticas políticas delictivas». Además, aclara: «Esquerra Unida no ha hecho denuncia alguna de lo sucedido, ni ha iniciado expediente alguno». Y remarca que ha realizado «un gran esfuerzo y ha contribuido a construir una alternativa política estable y duradera contra los 20 años de gobiernos del Partido Popular, así como manifestamos nuestro más firme compromiso con todos los temas medioambientales, que siempre hemos defendido desde las mismas posiciones».

Finalmente, la agrupación local del PSPV reclama la dimisión «inmediata» de Rubén Ferrer, «al reconocer que grabó una conversación privada de otros ediles en dependencias municipales con el objetivo de difundirlas para erosionar la imagen pública de algunas formaciones políticas». De hecho ha solicitado al alcalde una investigación para dilucidar «unos hechos tan graves y escandalosos». Rubén Ferrer declinó hacer declaraciones a este diario.

Fe de erratas

En la noticia publicada ayer sobre este tema se cambiaron los pies de fotos de Ferrer y Gómez, y ambos fueron mal identificados.