El Camp de Túria es una comarca marcada fuertemente por la presencia de chalés. Estas residencias con jardín ofrecen, en casa, el mejor ejemplo de lo que los organismos internacionales aseguran en que será el futuro: uno marcado por la economía circular. En La Pobla de Vallbona, Bétera, Riba-roja y Llíria, esto ya se puede ver: las podas de árboles, setos y palmeras que se llevan a los ecoparques vuelven al ciudadano en forma de compost para alimentar a esos árboles, setos y palmeras. Residuos que generan vida.

Ayer, el Consorcio València Interior mostró en el ecoparque de La Pobla de Vallbona ese resultado. En total, este organismo convierte las 22.000 toneladas de poda que recoge en su planta de tratamiento de Llíria en 8.000 toneladas de compost de alta calidad, que se reparten ahora entre los usuarios que depositen cualquier residuo en los ecoparques que gestiona el CVI. Pronto este servicio estará disponible en Utiel y Requena.

El presidente del CVI y alcalde de Riba-roja, Robert Raga, explicó que se quiere «dar visibilidad a los pasos que da el consorcio hacia la economía circular, donde los residuos no son residuos, sino recursos».

El gerente del CVI, Ángel Rodríguez, también recordó la campaña que están llevando a cabo para que las viviendas de la comarca tengan compostadoras en casa. «No tiene sentido que un camión recoja 4 kilos de poda en cada chalet cuando se puede reaprovechar allí mismo», explicó.