Tres amigos de la infancia de la pedanía de Forn d’Alcedo y,al mismo tiempo compañeros de trabajo en la empresa de Horta Viva (dedicada a visitas guiadas y actividades educativas desde hace once años) han diseñado en plena pandemia un juego de cartas inspirado en la huerta.

Así, en casa y como quien no quiere la cosa, lo que empezó siendo una idea ha tomado forma. Forma de juego. Tal juego, que ya se vende en papelerías y librerías de toda la comarca y València. Y más aún, a través de su tienda online han conseguido venderlo ya en Valladolid o Murcia. Los impulsores: Miquel Minguet, Miguel Angel Lambíes y Carolina Castellar. Eso sí, Minguet remarca que «la ilustradora de los dibujos, o sea de la baraja, ha sido Eva Escamilla, que los hizo pintados sobre seda».

Este nuevo juego de la huerta ofrece una visión moderna de la agricultura, basada en la agroecología, en la que los problemas se resuelven sin abonos químicos y, en ocasiones, con un toque de humor. Según Minguet, «yo he ayudado a través de la empresa, pero los verdaderos artífices han sido Carolina y Miguel; son ellos quien la idearon».

Cómo se juega

El juego consiste en cultivar una planta en tablero-huerto hasta conseguir la cosecha, para lo que hay que ir combinando cartas. Además, existen cartas de ataque y defensa, así como cartas con superpoderes; las cartas del agricultor y de la agricultora, lo que da una idea de los valores que quiere transmitir el juego. El juego de la huerta consta de 72 cartas, 80 tarjetas y seis huertos, y está recomendado para 2-6 jugadores, a partir de seis años. Además, incluye otro juego para ejercitar la memoria con las hortalizas de la huerta.

Quien logre obtener tres cosechas será el máximo ganador. Tendrá en el tablero «cartas buenas o malas». Según las que tenga el jugador, será el campeón. Hay cartas buenas, como la abeja+ flor, que equivale al crecimiento de la planta. Agua+ sol también. En el lado contrario están el caracol , que te come las hojas, y también un personaje malo como el ladrón de hortalizas llamado «cap de suro», o el que las pisotea. Por otra parte, están los agricultores que son cartas buenas y que tienen superpoderes y valen como comodines.

La huerta también lleva a la mesa las cartas de juego

Este proyecto es «100% valenciano y 100% del Forn d’Alcedo aunque la empresa tiene domicilio en Meliana». Minguet vive en la localidad de l’Horta Nord y aclara que «el ayuntamiento ha comprado juegos y ya está en los coles y las bibliotecas».

El juego tiene dos versiones (en valenciano y en castellano), y su objetivo principal, aparte de ser un juego educativo y de pasarlo bien, es poner en valor las figuras del agricultor y agricultora, como pieza central de la huerta. Es un juego de estrategia donde es necesario conocerse al menos los conceptos básicos de la agro-ecología. Todo un elogio a la huerta al más puro estilo valenciano .

Consta de 72 cartas, 80 tarjetas y un tablero con seis huertos para tratar de completar tres cosechas.

Colegios y bibliotecas de la comarca se interesan por disponer del  «Joc de l’Horta»

Desde hace trece años, Miguel, Carolina y Miquel, los tres jóvenes y vecinos de Forn d’Alcedo, aunque uno de ellos vive en Meliana, han luchado siempre por la defensa de la huerta, su cultura y el amor por ella. 

A través de esta dedicacióna la agricultura, y ahora en tiempos de covid, la idea de crear un juego sobre la huerta ha sido de tal éxito que ni ellos mismos se lo esperaban. Diversos centros escolares de l’Horta ya pugnan por tener en sus clases y bibliotecas «El Joc de l’Horta». Esta iniciativa, además de su variante de ocio, también tiene su carácter educativo, ya que permite acercar el lenguaje de la huerta a los más pequeños y pequeñas, y que vean su tierra como fuente de valor, respecto y estima. Y es que «conociendo la huerta se conocen las raíces valencianas», aseguran los tres inventores del juego.