Francesc Arabí, Valencia

El contrato «b» por el que se elevó el caché de Julio Iglesias por promocionar a la Comunidad Valenciana de los 375 millones de pesetas oficiales a 990 millones libres de impuestos hibernó cinco años debajo de la alfombra del Instituto Valenciano de la Exportación (IVEX). Alguien lo desempolvó y este diario lo publicó. La partitura de la operación Julio Iglesias se escribió un 29 de diciembre de 1997 y las facturas que han ido apareciendo estos años con silencio nervioso del Consell indicaban que esa música se interpretó.

Cuando se van a cumplir 3.000 días desde que se diseñó la operación para pagar en cuentas secretas de paraísos fiscales las cantidades inconfesables a la opinión pública, a las Cortes Valencianas y a la Sindicatura, el ex delegado del IVEX en Miami, José Marquina, tiene todos los números para convertirse en dinamitero de ese monumento a la ingeniería contable según el cual el dinero extra de serie «b» pivotó sobre las delegaciones exteriores y la coartada fueron los gastos de organización de los conciertos.

Marquina ratificó punto por punto ante el titular del juzgado de instrucción número 19 de Valencia todo lo que declaró en la entrevista concedida, el pasado 13 de noviembre, en exclusiva a Levante-EMV y un poco más. Durante las más de dos horas de testimonio, explicó al juez Luis Carlos Presencia Rubio que el ex director del IVEX José María Tabares y el entonces responsable de comercio exterior Faustino Salcedo -hoy delegado en Miami- le ordenaron emitir una factura falsa de 325.000 dólares por supuestos gastos generados por el recital que el cantante dio en Orlando la noche del 23 de abril de 1998 en el marco de la misión comercial e institucional del IVEX a la Florida. Le cargaron a él el «marrón», llegó a comentar de forma elocuente.

Marquina sentenció que no se quedó con un solo dólar, pese a que le enviaron desde la sede central del Instituto en la Plaza de América un cheque por esa cantidad a nombre de Strategies & Solutions (su empresa) para que lo cobrara en la sede del Banco Exterior de España (BEX) en Miami. Tal cual llegó lo endosó, por órdenes de los directivos de Valencia y según la versión del ex delegado en Miami, a favor de International Concerts, para que ingresara el dinero en la cuenta numerada y secreta WA356115.000 que esta firma vinculada a Julio Iglesias tenía abierta en la sucursal de UBS en Nassau (Bahamas). Al ser endosado el cheque -firmado para que un tercero lo hiciese efectivo- el dinero no llegó a ingresarse en la cuenta de la firma de Marquina. El BEX aplicó una comisión de 65 dólares y los 324.935 restantes volaron hacia las cercanas Islas Bahamas, situadas a 40 minutos en avión de Miami.

Provisión de fondos y liquidación

¿Y cómo sabe el ex representante del IVEX en Florida que los 325.000 dólares que él facturó y que acabaron en manos de International Concerts no podían responder a costes reales del concierto de Julio Iglesias? La cuestión fue planteada ayer por el juez en el interrogatorio. Y Marquina se reiteró en que ese cheque respondía a servicios no prestados porque los gastos reales los sabía él. Entonces puso sobre la mesa un tocho de justificantes de los costes soportados por la organización del recital de Orlando. El total ascendía a 207.926 dólares con 21 centavos.

El ex delegado en Miami lo sabe porque él mismo fue quien organizó el sarao y fue pagando los diferentes conceptos a cuenta de la provisión de fondos que le remitió el IVEX. Posteriormente, envió la liquidación de los gastos para aclarar las cuentas.