La frase de «la fiesta termina a las 4 de la tarde» la dijo en público González Pons pero se la dijo Rita Barberá en el último peldaño de la escalera del Palau de la Generalitat en presencia de Alfonso Rus. Fueron varios los diarios que inmortalizaron la escena en una foto.

Alcoi participa en la beatificación del

cardenal Sancha en Toledo

La Corporación Musical de Alcoi ofrecerá un concierto en los actos de celebración de la beatificación del cardenal Sancha en Toledo «en señal de reconocimiento de la amistad y simpatía hacia ellos del cardenal Sancha», ya que esta misma corporación ofreció un concierto al cardenal en el Arzobispado de Valencia el 30 de julio de 1893. A la misa de la beatificación asistirá Agustín García-Gasco, arzobispo emérito de Valencia.

El Bigotes en sueco: «Mustaschen»

El diario sueco Svenska Dagbladet informaba el lunes a sus lectores de las últimas novedades del caso Gürtel, centradas en el pulso ya abierto entre la dirección del PP valenciano y la nacional en torno a la renuncia o destitución del ex secretario general del partido Ricardo Costa. En la noticia, firmada por Hákan Forsberg, se explicaban las andanzas de «Álvaro Pérez, alias "El Bigotes" (Mustaschen)». La noticia iba ilustrada con una foto de la concentración de miembros de IPV.

En su último párrafo, la información del Svenska Dagbladet explicaba así la decisión que la mañana del 9 d´Octubre tomó Costa, después del acto institucional: «Dä hade Costa redan stängt av sin mobil och gett sig ut pa Camino de Compostela, den berömda pilgrimsleden till Santiago». Esto es, que Costa apagó el móvil y se largó al Camino de Santiago. Más o menos.

Costa conserva sus cargos en internet

Ricardo Costa mantenía ayer sus cargos en la página web del partido que tanto ha mimado al menos hasta las nueve de la noche.

Las campanas de Sant Esteve y el

Micalet interrumpieron a Alarte

Nou d´Octubre, nueve menos algo de la mañana. Ante las Corts Valencianas. Comienza el discurso de Alarte. De repente suenan las campanas de Sant Esteve. No se escucha nada. El desconcierto, entre diputados y cargos socialistas, es total. Alarte habla sin éxito. Decide parar hasta que finalice el «ruido». Vuelve a la carga. De repente, las campanas del Micalet irrumpen en la cercanía. De nuevo, las palabras de Alarte se pierden. Y algún diputado, conocedor de las costumbres religiosas del centro, harto ya, dice: ¿a quién se le ha ocurrido citarnos a esta hora y en ese santo día?