"De qué árbol caíste" es una frase hecha. Pero su valor va más allá para la Asociación Valenciana de Amigos de las Plantas. El colectivo naturalista ha rescatado de la cultura celta un antiguo horóscopo basado en los árboles. A diferencia del zodiaco, el horóscopo celta no se basa en influencias planetarias ni tiene carácter predictivo. Más que augurar el futuro, pretende explicar la personalidad de cada cual según su fecha de nacimiento y el árbol que le corresponde a partir del calendario celta. El colectivo valenciano insiste en la "precisión" de este método. Para los escépticos, al menos, les permitirá conocer una misteriosa cultura de sabios, magos y guerreros que veneraban a los árboles, y profundizar por otro lado en el conocimiento de nuestra población vegetal.

Un total de 21 árboles forman el calendario celta diseñado por los druidas, los sacerdotes de este pueblo antiguo. El roble y el olivo, identificados con la valentía y la sabiduría, representan los equinoccios de primavera y otoño. El abedul y la haya, tocados por la inspiración y la creatividad, son para los solsticios de verano e invierno. Y otros 17 árboles representan periodos equidistantes y contrapuestos.

Entre ellos figura el manzano, identificado con el amor; el abeto es el misterio; el olmo la nobleza; el ciprés es la fidelidad; el álamo la incertidumbre; el cedro hunde sus raíces en la confianza; el pino es lo particular; el sauce llorón bebe de la melancolía; el tilo retrotrae a la duda; el avellano conecta con lo extraordinario; el serbal es el de la sensibilidad; al arce se le identifica con la mentes abiertas; el nogal es la pasión; el castaño la honestidad; el fresno simboliza la ambición; el carpe es el árbol del buen gusto; y la higuera se identifica con el valor de la sensibilidad.

La presidenta de la Asociación Valenciana de Amigos de la Plantas, Amparo Bauset, admite la "importancia relativa" del horóscopo arbóreo que intentan recuperar entre sus 200 asociados. Pero ante todo, le gusta resaltar el valor que el pueblo celta concedía a los árboles para ver si la sociedad actual imita aquella cultura. "Ahora parece que está más de moda el ecologismo y el respeto por la naturaleza. Cuando nosotros fundamos la asociación en 1977 había muy poca conciencia, pero eso ha cambiado y con el cambio climático hay más sensibilidad", asegura la presidenta.

Y para los descreídos, lanza un mensaje taoísta: "Los seres humanos estamos relacionados con las plantas y los árboles porque la naturaleza forma un todo". Crecemos como los árboles y también como ellos cambiamos y nos reproducimos de manera estacional. Horóscopos o no, concluye, estos seres de madera merecen nuestra atención.