Muchos de los niños de la década de los 60, cuando Exclusivas Industriales SA (EXIN) comenzó a distribuir Scalextric en España, soñaron alguna vez con conducir el bólido rojo en forma de puro a escala 1/32 que volaba sobre los raíles de aquel circuito eléctrico que sólo estaba al alcance de unos pocos privilegiados. La mayoría, aunque lo pedían todos los años a los Reyes Magos, se tenía que conformar con contemplar el 156FI -el segundo coche, junto al Cooper, que fabricó EXIN en España-, a través de los escaparates. Esos niños, que hoy superan ya los 50, pueden ver ahora en Valencia el modelo original que inspiró aquel coche de sus sueños infantiles.