Patas arriba. Es así como el Consejo Jurídico Consultivo (CJC) de la Comunitat Valenciana pone a la futura Ley de Sucesiones, cuyo anteproyecto fue remitido hace ya un año por el Consell a ese órgano asesor. La norma sigue embarrancada y sin enviarse a las Corts tras un dictamen desfavorable que al parecer está obligando al Gobierno de Camps a rehacerla de cabo a rabo.

La memoria del Jurídico Consultivo entregada ayer por su presidente, Vicente Garrido, al jefe del Consell contiene, entre otros muchos, el dictamen en el que este órgano advierte que la Generalitat "en la elaboración y aprobación de la norma proyectada sobre sucesiones, que constituye materia propia del derecho civil, podría encontrar obstáculo en la precitada doctrina restrictiva del Tribunal Constitucional, que exige previa subsistencia, aún en vía consuetudinaria, de las instituciones que se pretenden regular". Así, alerta sobre la posible inconstitucionalidad de la que fue anunciada, por el conseller Serafín Castellano, con todos los honores, como la segunda norma enmarcada en el desarrollo del derecho foral valenciano, tras la Ley de Régimen Económico Matrimonial (LREM). Si esta última acabó precisamente en el Constitucional, tras el recurso presentado por el Gobierno de Zapatero, y sólo se desbloqueó a raíz de un pacto político, la ley que ha de regular los procedimientos que afectan a las herencias no parece que lleve mejor camino. Porque, además de esa objeción, el dictamen del CJC hace otras observaciones "de carácter general" que auguran escaso futuro a la redacción inicial de los casi 300 artículos. "Muchas de las normas que se proponen [en alusión, entre otras, a la de sucesiones] son novedosas en nuestra Comunidad y no están enraizadas con textos del vigente Código Civil, o bien son interpretaciones doctrinales". "Por ello -prosigue el CJC- hemos de ser especialmente cuidadosos tanto en la coherencia como en la claridad..". Y la "novedad de la norma obliga a una especial claridad", abunda. Para rematar: "Porque su aplicación no hallará el auxilio de la jurisprudencia previa, sino que como sistema nuevo en algunas partes (régimen de legítimas, sucesión contractual, testamento mancomunado, conservación de la empresa, etc.) exige una claridad que facilite su aplicación y no suscite mayores problemas que los que pretende resolver".

Un repaso al articulado

A lo largo de setenta y cinco páginas, el dictamen del anteproyecto de Ley valenciana de Sucesiones formula nada menos que 25 observaciones de las catalogadas como "esenciales". Abarcan buena parte del articulado, empezando por el 20, sobre la "revocación del testamento mancomunado" y acabando en la disposición final única. Por todo ello, el dictamen advierte, como "conclusión", de los "posibles problemas que plantearía la competencia de la Generalitat en materia de derecho civil, en los términos expuestos en la consideración general formulada al anteproyecto".