Bausset cumple hoy 100 años. Tal día como hoy, en 1910, nació en Paiporta Josep Lluís Bausset. El que fuera caracterizado por Joan Fuster como "l'home subterrani", hijo predilecto de l'Alcúdia desde 1984, es hoy más visible que nunca. Farmacéutico, químico, practicante en medicina y cirugía, botánico, periodista y por encima de todo profesor, Bausset es, en esencia, la historia del valencianismo del siglo XX y el referente vivo más importante de la generación de valencianistas que Manuel Sanchis Guarner bautizó como la Segona Renaixença.

Cien años no se cumplen todos los días, y menos con la lucidez, la plenitud de facultades y la fortaleza de un intelectual como Josep Lluís Bausset. Formado en la rígida escuela de los años 20, pero comprometido con el movimiento estudiantil que durante la dictadura de Primo de Rivera luchó por el reestablecimiento de las libertades, Bausset es tanto por su formación multidisciplinar como por sus inquietudes culturales la viva imagen del humanismo del primer tercio del siglo XX, a la manera de intelectuales como Ortega y Gasset, Marañón o Francisco de Ayala.Pero además de un intelectual, Bausset es un hombre comprometido. Desde los lejanos tiempos de su juventud allá por los años 30, en que participó activamente en los movimientos valencianistas que demandaban un estatut, hasta los años sesenta y setenta, en que de nuevo se volvió a recuperar esa petición estatutaria, su trayectoria siempre ha estado ligada a la defensa de la lengua y la identidad de los valencianos.

Durante los peores años de la dictadura del general Franco, Bausset hizo todo lo posible y lo indecible por mantener viva la llama de la lengua con la organización de charlas, coloquios y actividades culturales como la creación de un programa radiofónico en valenciano en una emisora de radio de Guadassuar en 1952.

La agricultura, los cultivos, los abonos y todo tipo de información relativa a la actividad agraria fueron el pretexto para eludir el cerco de la censura durante el año escaso en que estuvo en antena, o lo que es lo mismo, el tiempo en que tardó el gobernador civil de València en prohibir fulminantemente el programa.

Apostolado

Desde la pizarra y a pie de calle, Bausset no ha escamoteado esfuerzos en su particular apostolado valencianista. Profesor querido y reconocido por varias generaciones de alumnos de la Ribera y de la Costera, la docencia ha sido para él más que una profesión. Dedicación de un profesor que ha alternado la enseñanza de la Química en las aulas y del valenciano allá donde ha podido. Sin reparar en los obstáculos y desafiando el poder establecido, Bausset es la viva estampa de la lucha de David contra Goliath, la lucha de quien en lugar de la fuerza siempre hace gala de una fina inteligencia para vencer a los intolerantes y a quienes atacan el valenciano por considerarla una lengua inferior. Es el Bausset combativo que, a pesar de los años, no se cansa de remitir cartas a los bancos y las empresas para que normalicen sus escritos y a las políticos para que hagan del valenciano lengua suya y de uso cotidiano.

Con el aval de más de medio siglo como corresponsal de Levante-EMV, Bausset es también un hombre de prensa, un observador sagaz de la realidad que reflexiona sobre la actualidad día a día. Sentado ante su máquina de escribir, Bausset no falta aún hoy a su rutina diaria de decir lo que piensa y de compartirlo con sus lectores a través de las cartas al director o los cada vez más frecuentes y lúcidos artículos de opinión. Es así como emerge otra dimensión de Bausset: la dimensión de un intelectual lúcido y comprometido no sólo con el País y su lengua, sino con la sociedad y el tiempo que le ha tocado vivir. Por eso le admiraban Joan Fuster y Vicent Ventura, y por eso, en pleno siglo XXI, continúa vigente la admiración que le profesan intelectuales, artistas y público en general.