Síguenos en redes sociales:

Los sindicatos plantan al Consell en sus ágapes navideños por el recorte salarial

La junta de personal recuerda a los funcionarios que no deben aceptar regalos y que puede ser delito

Los funcionarios valencianos, víctimas junto con el resto de empleados públicos de España del recorte salarial decidido en junio por el Gobierno central, no están este año para "picaetas navideñas". Al menos así lo entienden algunos sindicatos que ya han hecho llegar a las conselleries su rechazo a que se ofrezcan ágapes a los empleados públicos con motivo de las fiestas navideñas. Varios departamentos de la Generalitat han decidido pasar por alto los apuros financieros y tener un detalle con sus empleados. Sin embargo, el ambiente laboral en la función pública no es propicio a brindar con champagne y comer montaditos a cargo del erario público. Tanto la Intersindical Valenciana como la Federación de Servicios Públicos de la UGT han solicitado a las conselleries convocantes que anulen las celebraciones previstas. Desde la Intersindical se valora que algunas conselleries y centros de trabajo como Justicia y el Servef hayan prescindido este año de la "picaeta", pero se lamenta que la mayoría tienen previsto hacerlo. Ayer tuvieron lugar las de Presidencia y Inmigración y Ciudadanía. En un comunicado, el sindicato calificó la iniciativa como una "falta de sensibilidad, una pérdida de sentido de la realidad y un sarcasmo" tras los recortes sociales y la situación financiera de la Generalitat que "no permite pagar a las empresas proveedoras". Consideran "flagrante" casos como el de los servicios territoriales de la Conselleria de Economía, que ha convocado a sus trabajadores a un piscolabis, mientras, remacha el sindicato, "no pueden ni pagar la factura del correo". Intersindical no esconde que parte de su enfado se debe al recorte salarial. Ven un sarcasmo que ahora la Generalitat, que además ha congelado mejoras laborales, quiera congratularse con sus empleados.

Por su parte, desde la FSP-UGT también se ha solicitado por escrito al Consell que se desconvoquen las picaetas. Añaden que aunque no pueden prohibir a los trabajadores que acudan a los ágapes, sí apelan al sentido de las responsabilidad.

Por otro lado, desde la Junta de Personal de Servicios Centrales de la Generalitat, como se hizo el año pasado, se ha enviado una circular a todos los empleados públicos en la que se les recuerda que aceptar regalos puede ser delito.

La Junta transmite su preocupación por "la constante degradación de la imagen de los empleados públicos". Y aprovecha para lanzar una reflexión en torno a "la entrada incesante de regalos de entidades privadas a personal directivo, funcionarios y personal externo" con motivo de las fechas navideñas. "No estamos hablando de felicitaciones o obsequios simbólicos que podrían entrar en la cortesía institucional o social, sino de objetos personales como bolsas o carteras de piel de marcas de lujo, jamón, embutidos ibéricos o cajas de botellas de vino, etc, que exceden de lo que razonablemente puede como un uso habitual, social o de cortesía". Acto seguido señalan que la ley el Estatuto Básico del Empleado Público establece la obligación de rechazar cualquier regalo o favor que vaya más allá de los usos habituales o de cortesía y que el Código Penal puede llegar a castigar estas conductas con penas de tres a seis meses.

Pulsa para ver más contenido para ti