El gas "no convencional" aparece atrapado en distintos tipos de roca que tienen en común su escasa porosidad y permeabilidad. El gas está ahí, pero no hay como sacarlo. En ocasiones, los sondeos verticales para buscar agua atraviesan una formación con este tipo de gas, que fluye con mucha fuerza y presión durante unos días pero acaba agotándose. Ahora se puede perforar en horizontal galerías de hasta tres kilómetros que son fisuradas cada poco inyectando agua a mucha presión. Este método de estimulación es quizá el mayor problema del gas "no convencional" ya que ha recibido fuertes críticas ecologistas por su posible impacto sobre los acuíferos. La industria lo niega mientras desarrolla otros métodos como la fragmentación con bolas y otros sistemas para abrir vías. A las pequeñas compañías que iniciaron la explotación comercial les han sucedido las grandes: Shell, British Petroleum o Repsol están tomando posiciones, también en otras zonas de España.

Mientras, en Valencia crece la oposición a la exploración alentada por por el propio gobierno valenciano. Ayer, la Agrupación de Diputados No Adscritos en las Corts -formada por miembros de EUPV- ha instado al Consell a posicionarse en contra de las prospecciones petrolíferas en la costa valenciana y ha emplazado al Gobierno central a que revoque las licencias concedidas hasta ahora en esta zona y que no conceda ninguna más para este tipo de acciones debido a la fragilidad del ecosistema mediterráneo. j. S.valencia