El Consell decreta la alerta tras la aparición de dieciséis delfines muertos en la costa

La Conselleria de Medio Ambiente ha activado un protocolo de emergencia tras la aparición de dieciséis delfines muertos en el litoral valenciano durante las últimas semanas. En colaboración con el Oceanogràfic y la Universitat de València (UV), la conselleria elaboró un plan para recoger a los cetáceos y practicarles las correspondientes autopsias, las cuales han mostrado la presencia de un virus específico de estos animales.

Con este protocolo, el Consell pretende controlar esta enfermedad común, muy frecuente en esta especie, y evitar que se expanda y pueda afectar a un número mayor de delfines. Para poder controlar mejor este operativo de trabajo, el Consell también ha pedido al Ministerio de Medio Ambiente que active la red estatal de control de varamientos de cetáceos con el fin de que el plan valenciano tenga una mayor eficacia en todo el Mediterráneo.

En opinión de la Conselleria de Medio Ambiente, este incremento que se ha producido en la mortalidad de delfines ha sido detectado a través de la red de control de varamientos de cetáceos y tortugas marinas que ha puesto en práctica esta institución. Además, la Universitat de València ha remitido varias muestras recogidas de los cadáveres frescos de los delfín listado ( Stenella coeruleoalba) que se han encontrado a la Universidad Complutense para que las analice más detalladamente, puesto que esta institución madrileña cuenta con una amplia experiencia en la detección de enfermedades en cetáceos. Fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente también sostienen que el último brote de este virus se produjo en 2007, cuando la enfermedad, que no se transmite a los humanos, produjo una mortandad de 80 ejemplares de delfines en el litoral de la Comunitat Valenciana.

Reaparece un virus mortal

De nuevo los análisis que se han practicado a esta especie han confirmado la reaparición en los delfines varados en las últimas semanas en las costas valencianas del mismo morbillivirus que en el verano de 1990 -y después en 2007- provocó la muerte de miles de delfines en el Mediterráneo occidental.

El delfín listado tiene una gran población en el litoral valenciano, se estima una población de entre 20 y 30.000 ejemplares entre las costas valencianas y murcianas y las baleares-, aunque los expertos temen que, si el virus saltara a otras especies, como al delfín mular, con unos pocos centenares de ejemplares "sería una catástrofe".

No es un episodio aislado, en verano de 1991 hubo un rebrote de la epizootia en otras áreas del Mediterráneo y posteriormente desapareció.