Ocupar una de las 11 plazas de consejero de administración de Radiotelevisió Valenciana (RTVV) pasará de ser un extraordinario complemento dietético para la cuenta bancaria (entre 1.400 y 1.800 euros al mes en dietas en función de asistencias, cargo y kilometraje) a una profesión de riesgo en la que se podrá perder el piso y el coche. En el nuevo modelo de televisión y radio pública valencianas que está perfilando el Consell, los miembros del órgano de gobierno de RTVV asumirán todas las competencias de gestión, tanto en materia de ejecución presupuestaria como en las adjudicaciones de contratos. Al ser administradores con todas las competencias ejecutivas asumirán por ley la responsabilidad patrimonial que se pudiera derivar. Como en cualquier consejo de una mercantil privada.

Esa será una de las principales consecuencias legales de la reforma en profundidad que se abordará en el grupo RTVV a partir del plan de viabilidad trazado por la consultora Price Waterhouse y de la voluntad política del Ejecutivo valenciano, según explicaron ayer fuentes del Consell. La nueva ley dará por liquidado el actual ente público para alumbrar la nueva corporación pública RTVV, en línea con los cambios radicales introducidos en su día en RTVE por el Gobierno socialista de Zapatero.

El director general del ente público ha sido, desde Amadeu Fabregat hasta José López Jaraba, el primer ministro, rey y hasta faraón plenipotenciario en Canal 9, en virtud de las atribuciones que se le atribuyen en la ley 7/1984 de 4 de julio por la que se creó RTVV y sus dos sociedades anónimas, Canal 9 y Ràdio 9, cuyos directores son, a efectos legales, administradores únicos de esas empresas.

El consejo decorativo actual

El consejo de administración, cuyos once miembros son designados por las Corts Valencianes a propuesta de los grupos parlamentarios, es un órgano de gobierno sobre el papel, pero desde el punto de vista competencial tiene funciones meramente decorativas. Aprobar el plan de actuación, el anteproyecto de presupuestos(ni siquiera el proyecto), bendecir las plantillas ya decididas o aprobar la memoria anual son algunas de las escasas competencias. El plan de actuación de RTVV es un documento donde se fijan los objetivos (por ejemplo los índices de presencia del valenciano o de producción propia) para el año y que acaba convirtiéndose en un tratado de incumplimientos. La nueva ley que prepara el Consell convertirá al director general (con ese mismo cargo o como presidente) en consejero delegado con capacidad decisoria mucho mas limitada. El consejo de administración, del que obviamente seguirá formando parte el director general, será el que decidirá contratos como la retransmisión de la Fórmula 1 o la cobertura de la visita del Papa a Valencia, adjudicado por 7,4 millones a la constructora Teconsa, usada como pantalla por la trama Gürtel, que se llevó al menos 957.000 euros en comisiones. Cobradas en Sevilla por Pablo Crespo, el número dos de la banda de Francisco Correa. Aprobar las cuentas anuales será una de las principales responsabilidades del nuevo consejo de administración, que llevará el control de la ejecución presupuestaria y deberá comunicar a las Corts y al Consell cualquier incidencia, como las operaciones de crédito o los déficits de cada ejercicio.

En función de la cuantía del contrato y del tema se requerirá un tipo de mayoría, que, si es cualificada, precisará del concurso de la oposición si se atiende a la configuración actual del consejo, donde el PP tiene 6 miembros, el PSPV, 3, y Compromís y Esquerra Unida, sendos representantes. En la actualidad, se exige por ejemplo el voto de dos tercios del órgano de gobierno para elevar la propuesta de director general al Consell. Si no se consigue, es suficiente la mayoría absoluta en segunda votación.