El president de la Generalitat, Alberto Fabra, ha asegurado hoy que no se va a reducir el sueldo de los funcionarios, mientras que sí se va a bajar el sueldo a los gestores del sector público para adecuar sus retribuciones a la Administración autonómica de la Generalitat.

Fabra ha hecho estas afirmaciones en su primera de sesión de control en Les Corts Valencianes, en respuesta a varias preguntas de la oposición relacionadas con la situación de crisis económica y las medidas para afrontarla.

El president ha insistido asimismo en que no se van a subir impuestos; ha asegurado que la transparencia será "una de las banderas más importantes" de esta Administración, y ha reivindicado que se van a basar en ser "mejores gestores" para toda la Administración, incluidos el sector público y las fundaciones.

"Afrontamos la realidad sin ningún tipo de complejos", ha manifestado Fabra, quien ha añadido que no será él quien diga que se está en la Champions League, porque no es así y la situación es "muy complicada", por lo que todos deben ser responsables para ayudarles y poder solventar sus problemas.

El portavoz socialista, Jorge Alarte, le ha pedido que no pase a la historia por ser el presidente que pidió el rescate y certificó la quiebra de la Comunitat; el de Compromís, Enric Morera, le ha exigido que acabe con los 15.000 "enchufados" de la Administración, y Marga Sanz (EU) le ha instado a gravar a los que más tienen.

El president ha acusado al Gobierno central de ser el principal responsable de la situación que atraviesa la Comunitat Valenciana, por lo que le ha pedido responsabilidad y que ayude a las comunidades autónomas, porque todos son "Estado".

Alarte le ha preguntado si tiene algún proyecto de gobierno o "sólo busca culpables"; le ha acusado de "mal gestionar" la herencia que le dejaron de "deudas, corrupción y despilfarro", y ha aseverado que el problema es "cómo se ha gastado" el dinero, que a su juicio ha sido "desde la ineficacia, el despilfarro, el exceso y un poco de corrupción".

Por ello, le ha pedido que gobierne, que recorte 2.000 millones del "despilfarro" del sector público y que cobre el impuesto de patrimonio, y le ha recordado que hasta ahora ha sido el president que sustituyó a otro que dimitió por "mucha corrupción".

Fabra ha insistido en que la "falta de credibilidad" del Gobierno de la nación ha llevado a no poder renovar pólizas, con las que se hubiera podido pagar a los proveedores, a los que se habría destinado también la deuda histórica, y ha lamentado que la oposición dé "la espalda" al ofrecimiento de pactos del Consell.

Morera ha instado a Fabra a recortar en "dispendios" y en los "enchufados" de la Administración, en lugar de "echar mano a los bolsillos" de los empleados públicos, y le ha reprochado que su promesa de transparencia se haya traducido esta semana en la negación de cuatro peticiones de información a su grupo.

Fabra ha lamentado los "insultos" a las personas que trabajan todos los días en la Administración; ha reivindicado que se les está facilitando información "con lealtad institucional", y ha pedido que hagan una oposición "leal" y "constructiva" para resolver los problemas de los ciudadanos.

Marga Sanz ha cuestionado las bonificaciones fiscales de la Generalitat, como al impuesto de patrimonio, que representan el 10 % del presupuesto consolidado de la Generalitat y que en su opinión perjudicarán a los sectores públicos, y ha pedido que se grave "a los que más tienen".

El president ha destacado que el impuesto de patrimonio sólo lo cobran Francia y la India; ha insistido en que la Generalitat seguirá cobrando menos impuestos a los ciudadanos, y ha destacado que la mitad de los valencianos que disfrutan de deducciones autonómicas ganan menos de 21.000 euros, y casi el 80 % menos de 30.000.