El transporte escolar amenaza con dejar a 43.000 alumnos sin autobús si no cobra

El transporte escolar podría quedar paralizado en la Comunitat Valenciana a partir del 9 de febrero si la Conselleria de Educación no paga la deuda de 36 millones a las 16 UTE (Unión Temporal de Empresas) que realizan los servicios. Unos 43.000 alumnos se verían afectados sin poder subir al millar de autobuses que realizan esta actividad.

Tras la reunión que mantuvieron este miércoles con el director general de Centros de la conselleria, Rafael Carbonell, empresarios del sector han optado por dar un ultimátum para cobrar la deuda, 6,1 millón por mes desde septiembre hasta febrero.

«No se trata ni de un paro ni de una huelga, es que no podemos seguir porque sin dinero no podemos repostar. Nosotros trabajamos con una previsión de 120 días y los bancos ya no nos dan más dinero», señaló ayer a Levante-EMV la portavoz de una de las empresas afectadas.

El director general, por su parte, explicó a este diario que «acabamos de pagarles 2,7 millones de euros a las 16 UTE de transporte escolar. El curso pasado 2010-11 está finiquitado: se acaba de ingresar 1,6 millones más 972.000 euros por el incremento del IRPF en el gasóleo».

Carbonell añadió que «nuestra intención es zanjarlo cuanto antes. En educación hay prioridades. Debemos 18,3 millones por septiembre, octubre y noviembre (6,1 millones por cada mes) y ahora justificamos diciembre».

Reivindican las actividades

Los recortes salariales al profesorado y los retrasos en la subvención para gastos de funcionamiento de los centros públicos que se prevén en el sector docente han llevado a los sindicatos docentes, secundados por sus afiliados y directores, a eliminar de la agenda de este curso las actividades extraescolares y complementarias con los alumnos, algo de lo que no están de acuerdo diferentes colectivos implicados en la enseñanza.

A las críticas que ya han mostrado Escola Valenciana y la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos, ambos integrantes de la Plataforma en Defensa de la Escuela Pública, como varios sindicatos, se suman otras organizaciones como el denominado «Com sona l´ESO».

Este grupo de profesores que realizan proyectos musicales y educativos con los alumnos, afirma que «nos declaramos abiertamente en contra de la supresión de las actividades extraescolares como medida de presión contra los recortes de la conselleria».

Como recuerdan: «Hemos llegado aquí con mucho esfuerzo y trabajo, muchas horas de dedicación, sin apoyo de la conselleria. No nos cabe más recompensa que la satisfacción del resultado de un trabajo bien hecho. Eso es la escuela pública».

Por su parte, empresas de servicios educativos extraescolares afirman que suprimirlas «no es la solución a los recortes».