Los Hacle, que son los Hospitales de Asistencia a Crónicos y Larga Estancia, serán los únicos que permanecerán bajo la tutela de la Administración Pública en el nuevo plan de privatización que entrará en vigor a principios de 2013.

Estos centros que atienden a casi un millar de pacientes geriátricos, con enfermedades de larga evolución y en situación terminal, son la excepción de la inminente reforma sanitaria que contempla el Consell, de ceder a operadores privados la gestión de todos los centros hospitalarios (sólo agudos) de la red pública.

Una de las razones de que la Conselleria de Sanidad mantenga la gestión de los hospitales La Magdalena (Castelló), Doctor Moliner, Padre Jofré, La Pedrera (Dénia), San Vicent del Raspeig (Alicante) y el pabellón de crónicos del hospital de Campanar (antigua Fe) quizá haya que buscarla en la escasa rentabilidad que reporta asistir a un tipo de enfermos que tienen un índice de estancia media que supera los 40 días, que dentro de los indicadores hospitalarios es una cifra mastodóntica, habida cuenta que en un hospital de agudos puede oscilar entre los cinco y siete días.

En total, la Conselleria de Sanidad se quedará con la gestión de 834 camas, que representan el 10 % del total de las plazas hospitalarias de la red pública de la Comunitat Valenciana: 204 son del hospital de la Magdalena; 179 del Doctor Moliner, 125 de Padre Jofré, 107 de La Pedrera, 179 de San Vicent del Raspeig y 40 del hospital de Campanar.

Según datos de la conselleria, el hospital Doctor Moliner, por ejemplo, tiene una estancia media de 52,17 días, con una rotación del 5 %, unas cifras extremas si se comparan con los indicadores de los hospitales de agudos. Este hospital, que se inauguró en julio de 1899 con solo 14 camas, forma parte del Programa Palet de atención sanitaria a pacientes ancianos, con enfermedades de larga evolución y en situación terminal.

Por su parte el hospital Padre Jofré que se inauguró en octubre de 2005 divide a los pacientes en dos grupos: salud mental que dispone de 50 camas y una Unidad Médica Integral, con 75 camas. El centro que costó 19 millones arrancó con una plantilla de 241 personas.

El hospital de La Pedrera atendió a 7.000 personas durante su primer año de funcionamiento, de 2008 a 2009. El centro dispone de una unidad de larga estancia con 55 camas, otra de convalecencia con 28 camas y una tercera de cuidados paliativos, con 24 plazas. La estancia media es de 42,3 días.

El portavoz de sanidad del grupo socialista, Ignacio Subías, declaró ayer que el hecho de que estos hospitales sean los únicos que se quedan fuera de la consigna de la privatización obedece a la única razón de mercantilismo sanitario. «No se privatizan —agregó— porque son los menos rentables, es donde menos exploraciones (análisis, RX...) se piden porque son pacientes de larga estancia que no permiten obtener muchos beneficios.El parlamentario ha presentado una proposición de ley en las Corts en la que se solicita que se deroguen las medidas del Consell que contemplan la privatización de la gestión sanitaria.