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Vila-real cede la cesión del solar de un centro que inauguró Camps en 2011 y sigue cerrado

El mantenimiento del Centro de Tecnificación Deportiva corresponde a Educación, que nunca se ha hecho cargo

La Conselleria de Hacienda ha aceptado la cesión gratuita del Ayuntamiento de Vila-real de la parcela destinada al Centro de Tecnificación Deportiva (CTD) de esta población de la Plana Baixa. El recinto se inauguró en junio de 2011 por el entonces presidente de la Generalitat, Francisco Camps, el conseller de Educación, Alejandro Font de Mora y, el alcalde, Juan José Rubert (PP). El CTD supuso una inversión de 23 millones pero ha permanecido cerrado desde entonces porque las obras no se entregaron y porque la Generalitat, que es quien debía mantenerlo, no se ha hecho cargo del centro. El cambio de gobierno en Vila-real, que pasó a estar dirigido por el socialista José Benlloch, también retrasó los trámites.

El Ayuntamiento de Vila-real ya acordó la cesión de la parcela de 17.769,32 metros cuadrados aunque finalizadas las obras, la empresa Ciegsa indicó que la superficie real era de 16.352,04 por lo que, el pasado marzo, el pleno tuvo que volver a aprobar la cesión según las medidas reales para evitar problemas legales. Una vez tramitada la cesión, la parcela "deberá incorporarse al Inventario General de Bienes y Derechos de la Generalitat en concepto de bien de dominio público afecto al servicio público educativo y adscrito a la Conselleria de Educación, a quien corresponden las competencias sobre el mismo, incluida su administración, defensa y conservación, e inscribirse a nombre de la Generalitat Valenciana en el Registro de la Propiedad". Al Ayuntamiento de Vila-real, o a un club de natación local, le corresponde hacerse cargo de los gastos de personal. A pesar de estar cerrado al público, la empresa constructora es la que se hace cargo del mantenimiento (el edificio incluye una piscina cubierta) ya que aún consta como propietaria.

Vila-real también albergaba una biblioteca sin libros, que costeaban a medias el ayuntamiento y la Generalitat, pero como esta última no abonó su parte (2,3 millones), el centro nunca ha funcionado como biblioteca.

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