Hasta nunca, Marisa Gracia

En estos momentos difíciles para usted, quisiera despedirme de la pesadilla que ha supuesto en mi vida cotidiana durante los últimos seis años. Si tuviese un poco de dignidad, habría presentado su dimisión hace seis años, cuando le tocaba. No habría tenido que hacer de parapeto de sus jefes, no habría tenido que mentir a la justicia, no habría tenido que mentir en las Corts, no tendría que haber tapado la realidad del accidente del metro. Ahora se va con la carga extra de de 43 muertos y 47 heridos en los resultados de su gestión. Deja el metro de Valencia con el récord de accidentes de Europa. Se va con la hipocresía de decir a sus allegados que no le dejaron gestionar el accidente como usted quería. Acaso quería mentirnos más, acaso quería tapar y destruir más pruebas. No tuvo el valor de recibirnos y mirarnos a los ojos. De intentar paliar nuestra desgracia. Hoy se va por la puerta trasera. Hoy se va con mentiras y con falsos reconocimientos de los que la tiran, por ser un grano de pus en su gestión, no ejemplar por otra parte. Supongo que cuando dice regresar a su puesto de funcionaria en el Hospital General, no será en un cargo de gestión. No tienen los enfermos por qué ser los nuevos sufridores de su gestión.

?Padre de una de los 47 heridos en el accidente del 3 de julio de 2006