Los populares se quedaron ayer sólos en las Corts en la defensa del decreto ley aprobado por el Consell el 2 de agosto por el que se suben algunos tributos, como el que grava la compraventa de la vivienda y se reducen las bonificaciones fiscales en las herencias. La medida, a la que el Ejecutivo de Alberto Fabra se había resistido durante meses para no contravenir de nuevo su programa electoral, fue la "contrapartida", según remarcó ayer el PSPV, que el Ministerio de Hacienda exigió al Consell a cambio de concederle el déficit asimétrico del 1,6%. El propio síndic popular, Jorge Bellver, asumió entre líneas que el decreto venía con mando a distancia. "Hemos sido rápidos en aplicar lo que se aprobó en el Consejo de Política Fiscal y Financiera de finales de julio". En esa reunión, el ministro Montoro concedió a Fabra tres décimas más de margen de déficit en 2013. Dos días después, el Consell subía los tributos. Ayer, al grupo popular le tocó convalidar (la oposición votó en contra) la subida de impuestos, un trago que, gracias al procedimiento escogido, pasó rápido.

En apenas hora y media y con un debate mutilado -días antes el PP había vetado la comparecencia de tres conselleres para debatir los asuntos turbios- se solventó el impopular asunto. El titular de Hacienda, Juan Carlos Moragues, compareció en la Diputación Permanente para explicar la modificación tributaria. Se limitó a una exposición técnica y, adelantándose a la oposición, defendió que no afecta a las rentas medias y bajas ni al día a día de los ciudadanos. Busca, añadió, que quien más tiene contribuya más al sostenimiento de los gastos. La explicación, sin embargo, no convenció a la oposición. El socialista Francisco Toledo mantuvo que la reforma fiscal era "injusta" y en modo alguno progresiva como la que, según dijo, defendía el PSPV y que hubiera supuesto 1.000 millones de euros para las arcas públicas. Y puso ejemplos gráficos en el caso de las herencias: "A quien herede 4.000 euros por encima de lo exento, el decreto le perdonará 229 euros mientras que quien herede cuatro millones, no le perdonará 229.000 euros, sino más de un millón de euros". "Perdonar impuestos a los que más tienen es repugnante", llegó a afirmar.

La portavoz de EU,Marga Sanz, calificó el texto de "insuficiente, chapucero, injusto y un parche" que no arregla el déficit e incidió en su falta de equidad porque "se niega a sacar el dinero de los ricos y los bancos". El portavoz de Compromis, Enric Morera, consideró a Moragues "un gestor de la miseria" y califico de "burla" debatir sobre un acuerdo con el que se espera recaudar 43 millones cuando la Generalitat está en "quiebra técnica".