El pleno de la Diputación de Valencia aprobó ayer por unanimidad una propuesta de Esquerra Unida para instar al Consell a declarar la Comunitat Valenciana «territorio libre de fracking», además de demandar la paralización de todo permiso concedido y la no concesión de ninguno nuevo. La propuesta también insta al Gobierno central a regular su prohibición en todo el territorio estatal. «Es un gran paso. Y esperemos que el Consell escuche atentamente esta votación y tome nota para seguir por el mismo camino» explica en un comunicado la diputada provincial de EUPV Rosa Pérez Garijo, tras conseguir el acuerdo sobre su propuesta.

Para Pérez Garijo, «no se trata de un planteamiento de nuestro grupo simplemente, sino de una respuesta conjunta de toda la Diputación de Valencia, que escucha a los municipios y sus ciudadanos y ciudadanas, ante unas prácticas que supondrían una destrucción muy importante de recursos medioambientales, con una afección muy directa sobre puntos claves de nuestra economía como el turismo o la agricultura exportadora», destaca.

La diputada de izquierdas señala que el interés económico «no puede estar por delante del bienestar de las personas y por encima de la conservación medioambiental. No queremos ni aguas contaminadas, ni paisajes completamente arrasados por una práctica tan destructiva, ni tener que vivir especulando con el riesgo sísmico asociado que esta práctica conlleva».

Esquerra Unida insta ahora a Fabra a «decidir a quién quiere escuchar, si a su ciudadanía, expresada ya a través de dos Diputaciones provinciales gobernadas por su partido o al ministro. Fabra ha de decidir si representa a los valencianos o es, simplemente, un delegado más del gobierno», apunta Pérez Garijo.