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Investigación

La policía rastrea las cuentas de los acusados de intentar comprar un hígado

El paciente y principal imputado pide al juez que le devuelva el pasaporte para poder regresar al Líbano

La policía rastrea las cuentas de los acusados de intentar comprar un hígado

La policía está rastreando las cuentas bancarias de los presuntos implicados en el intento de compra de un hígado para un rico alcalde libanés para confirmar los pagos de las pruebas de compatibilidad a los candidatos. Los investigadores han constatado que las facturas de las pruebas médicas de los nueve aspirantes a donar parte de su hígado a cambio de 40.000 euros fueron giradas a una empresa de exportación de mármol de Alicante. La firma, vinculada a un familiar del alcalde, presuntamente abonó 12.000 euros a las dos clínicas privadas de Valencia donde se hicieron los análisis. El paciente y principal acusado, Hatem Akouche, ha pedido al juzgado que le devuelva el pasaporte para poder regresar al Líbano. Fuentes cercanas al caso explicaron que es poco probable que el juez acepte la petición de Hatem Akouche porque el delito por el que está imputado conlleva penas de hasta 12 años de prisión. El paciente, de 61 años de edad, finalmente recibió parte del órgano de su propio hijo al comprobar los médicos que eran compatibles.

El titular del juzgado de Instrucción número tres de Valencia está a la espera de los resultados de las pesquisas policiales sobre las transferencias que supuestamente acreditan el pago de las pruebas médicas a los nueve candidatos. La policía detuvo en la operación a un sobrino del paciente y a otro ciudadano libanés, que estaban vinculados a la empresa alicantina desde la que presuntamente se abonaron los 12.000 euros de gastos médicos. Los dos insistieron en su declaración ante el juez en que solo querían ayudar a Hatem Akouche y se desvincularon del supuesto delito de tráfico de órganos.

Los problemas médicos de Hatem Akouche comenzaron en 2011 cuando los médicos le detectaron en su país una incipiente cirrosis. El tratamiento a base de radioterapia fracasó y los doctores le informaron de que necesitaba un trasplante. Los médicos libaneses descartaron en aquel momento la posibilidad de que su hijo fuera donante. El principal acusado buscó a donantes compatibles en Valencia porque en la Comunitat Valenciana tenía familiares y quería operarse en el Hospital Clínico de Barcelona.

El Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía en Valencia abrió la investigación en agosto tras recibir la denuncia de una ONG que descubrió que a una inmigrante argelina le habían ofrecido 40.000 euros a cambio de parte de su hígado. La mujer explicó a la policía que se había sometido a distintas pruebas en una clínica privada de Valencia. Las pruebas eran una resonancia, un TAC y una volumetría hepática, test que solo se practica para diagnosticar cáncer o para afrontar un trasplante de hígado. La mujer finalmente no donó parte de su hígado tras descubrir que estaba embarazada.

La policía constató que otras ocho personas habían acudido a dos clínicas valencianas solicitando las mismas pruebas y acompañadas por la misma persona. En todos los casos, las facturas presuntamente fueron giradas a la empresa de exportación de mármol alicantina vinculada al familiar de Hatem Akouche.

Parte del hígado del hijo

El grupo encontró a un inmigrante rumano cuyo órgano era compatible con el paciente, pero el equipo de trasplantes del Hospital Clínico de Barcelona rechazó realizar la operación al desconfiar de la relación entre el donante y el receptor. Sin embargo, los médicos catalanes constataron que el hijo de Hatem Akouche era un donante ideal y finalmente realizaron la operación en septiembre. La policía continuó con las pesquisas por los intentos previos de compra y arrestó al alcalde libanés en enero cuando volvió a entrar a España para someterse a una revisión.

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