La Conselleria de Educación ha anunciado, por tercera vez en dos años, la negociación de un decreto que regule la implantación de la jornada continua en los colegios de Infantil y Primaria que permita concentrar todas las clases en horario matinal. De este modo los alumnos de 3 a 12 años entrarían al colegio sobre las 9 de la mañana y, tras seis clases diarias de 45 minutos y un recreo de media hora, acabarían a las 14 horas y no tendrían que volver por la tarde.

El departamento de la consellera Mª José Català dio marcha atrás en los dos intentos anteriores, en mayo de 2013 y en marzo de 2014, de negociar un decreto de jornada escolar que contemple el horario intensivo. En ambos casos lo retiró de la mesa por «falta de consenso».

La división en la comunidad escolar es más que evidente entre los docentes, cuyos sindicatos abogan en bloque por la jornada intensiva sin restricciones, y las Ampa, cuyas federaciones provinciales (FAPA) y la autonómica Gonçal Anaya rechazan el cambio horario por ir en contra la conciliación familiar. No obstante, la unión entre los padres no es unánime pues se ha formado una plataforma de familias por la jornada continua con mayor arraigo en Alicante que en Valencia.

Educación ha permitido que 30 colegios públicos implanten la jornada intensiva de forma piloto, una experiencia que según dijo Català al inicio de este curso «no ha alterado el rendimiento de los alumnos». Ya entonces, la consellera advirtió que el decreto incluirá unas «líneas rojas» para implantar el horario matinal: la obligatoriedad de ofertar extraescolares, sin ningún coste para los padres ni la Administración, para aquellos niños que se queden al comedor y sus familias no puedan recogerlos hasta las 17 horas; que más del 50 % de padres voten el cambio de horario y que el 85 % de participantes en dicho referéndum lo apruebe. Este último umbral, que los docentes quieren negociar a la baja, según dijo Català en septiembre, «podría variar aunque no sustancialmente».

La concertada no la contempla

Aunque la nueva norma sobre la jornada continua también incluirá a la enseñanza concertada, la práctica totalidad de colegios privados no la contempla porque basan su atractivo en la mayor conciliación familiar que ofrecen sus horarios homogéneos de 9 a 17 horas y una potente ofertas de extraescolares para los padres que lo requieran.

El decreto también abre la posibilidad de que los centros puedan realizar clases de repaso gratuitas por las tardes o los sábados.