Susana Díaz. Algunos días se dice que le apoya, otros que conspira contra usted. ¿Cómo define su relación con ella?
Muy buena, tengo un excelente relación con ella. Tenemos apoyo mutuo. Está haciendo un trabajo extraordinario en Andalucía y sé que cuento con su confianza.
Ha hablado en el mitin de la libertad de expresión, pero ¿de verdad «todos somos Charlie»? El jueves declaró un humorista como imputado, se han censurado portadas contra la monarquía... ¿No falta cultura de libertad de expresión y laicidad en España?
España desgraciadamente ha sufrido y sufre el azote del terrorismo, primero el etarra y ahora un fenómeno más global, el yihadista, y hemos aprendido que mejor manera de combatirlo es la unidad. Por eso propuse a Rajoy ese pacto contra el terrorismo.
Pero ¿no corre el riesgo de que se vean afectados, aunque sea mínimamente, los derechos de los ciudadanos? ¿No estamos protegidos ahora ante la amenaza yihadista?
Hemos demostrado que se puede combinar la seguridad con las libertades y eso lo vamos a garantizar en el pacto que queremos firmar.
Cataluña seguirá pendiente del «proceso» hasta septiembre. ¿Va a mantener la apuesta del federalismo?
Lo que vamos a proponer a los catalanes es recuperar la Cataluña de verdad, la que apuesta por la convivencia, no por la fractura en que han convertido la política catalana Mas y Junqueras.
Haga autocrítica. ¿Es culpa del PSOE que Podemos se haya convertido en su peor pesadilla?
Yo no lo veo así. Creo que hay mucha mentira en la política española. Rajoy es un fraude electoral clarísimo. Dijo que iba a bajar los impuestos y los ha subido. Y hay otro tipo de mentiras, las de los que no se definen, los que dicen que quieren una renta básica universal y luego se callan; los que defienden la jubilación a los 60 y ahora se callan; las de los que se presentan con un programa y ahora reniegan de él. La política necesita recuperar la verdad. Yo nunca diré a los españoles lo que quieren escuchar, diré lo que deben saber. Los cambios no pueden ser ni el bloqueo de Rajoy ni desde luego cambios a peor.
Está haciendo esfuerzos en clave interna con desgaste. Ha criticado las «puertas giratorias» de las que se beneficia González, ha expulsado a históricos, ha renegado de la reforma constitucional de ZP. ¿Ha buscado un relato propio a través de la regeneración?
González tiene todo el derecho a trabajar después de 18 años de dejar el Gobierno, pero sí hay que reforzar el régimen de incompatibilidades. No voy a tener ningún relativismo en casos de corrupción: cuando lo hemos sufrido los hemos expulsado y en Valencia quien ha abanderado lucha institucional, político y judicial es el PSOE.
Todo ese esfuerzo de regeneración pero luego llega un señor en televisión y dice «Pedro Sánchez es casta». ¿No le genera impotencia que el cambio que predica no se refleje en las encuestas?
Por eso denunciaba la mentira en que algunos intentan convertir la política. Yo he sufrido el paro, he sido autónomo. Sé lo que significa la precariedad. Hay muchos políticos a pie de calle: soy uno de ellos y ese relato es mentira, es falso. Opción distinta es que tengamos que combatir la impunidad de ciertas elites financieras, pero desde luego todo proyecto se tiene que construir desde la base, desde los gobiernos municipales. Y critico que haya partidos que aspiran a gobernar sin ser capaces de crear equipos municipales.
¿No se siente alejado del voto joven, urbano, que les ha apoyado en otras épocas y hoy busca otras opciones?
Tenemos que recuperar la confianza de todos ellos, hablarles en su idioma, demostrar que nos preocupan las mismas cosas que a ellos.
¿Tiene buena relación con Pablo Iglesias, habla con él?
No.
Pues quizá tengan que gobernar juntos a partir de mayo.
Pues ya hablaremos.
No me regatee. Imagine que en noviembre de 2015 usted no puede gobernar y PP o Podemos necesitan aliarse con usted para hacerlo. ¿A quién le da las llaves de la Moncloa?
Pregúntale a ellos. Yo voy a ganar las elecciones.
