«Hemos transformado Valencia, hemos hecho importante a Valencia. Hemos puesto a Valencia en el mapa». Con estas palabras resumió Rita Barberá sus logros de 24 años de Gobierno en el «cap i casal». El balance de gestión ocupó, de hecho, gran parte de su comparecencia, reclamando incluso la presencia del Interventor General, Ramón Brull, para que certificara el estado de cuentas y la transparencia del mismo.

Después de realizar un «arqueo» definitivo justo unos minutos antes de entrar en la sala de prensa, ambos coincidieron en destacar lo «saneada» de la economía valenciana. La deuda municipal, superior a los setecientos millones de euros, se ha situado en el 82,9% del presupuesto municipal, treinta puntos por debajo del límite legal permitido y en niveles similares a los de 2006, dijeron. Además, en tesorería han quedado 100 millones de euros, la mayoría de los cuales depositados en entidades bancarias y a salvo de cualquier movimiento que no sea autorizado por las tres personas que tienen las claves.

Pero lo más destacado, a juicio de Barberá, es la transformación que ha sufrido la ciudad en estos 24 años. Se ha pasado, según dijo, de 1 a 44 piscinas, de 7 a 20 museos, de 8 a 28 centros de la Universidad Popular, de 18 a 114 instalaciones deportivas, de 6 a 50 centros de mayores y, en cuentas redondas, se han puesto en marcha más de mil equipamientos públicos, entre los que estarían también los 11 centros de servicios sociales, 4 centros de día para mayores, 14 centros de juventud, 50 aparcamientos públicos o 160 kilómetros de carril bici.

Todo esto se habrían hecho, por último, sin aumentar la presión fiscal, una de las banderas de la política popular. «Los vecinos pagan por término medio 107 euros menos que el conjunto de los españoles, 400 menos que en Madrid y 250 menos que en Barcelona», precisó Rita Barberá, quien aseguró con contundencia que «la Valencia que dejo ahora no tiene nada que ver con la ciudad apática, gris y sin pulso que encontré en el año 1991».

«He cumplido con el trabajo que me han encomendado. Hemos creído en Valencia. Hemos conseguido autoestima. La Valencia de hoy en fruto de haber creído en ella y en sus posibilidades. La ilusión y la ambición por Valencia ha sido fundamental. Hemos logrado nuestro objetivo y hoy Valencia es una ciudad moderna, integradora, sostenible y generadora de oportunidades», concluyó.