Los negociadores del PSPV y Compromís dibujaron ayer el organigrama general del nuevo Consell. Una reunión en la sede socialista de unas cinco horas (con interrupción para comer) de la que no salen grandes novedades. Habrá diez consellerias, paritarias en cuanto a sexo, incluyendo Presidencia (Ximo Puig) y Vicepresidencia (Mònica Oltra); PSPV y Compromís se reparten cuatro consellerias cada uno con la intención de proponer para conseller perfiles independientes (aunque no obligatoriamente) y de consenso. Sin embargo, del reparto de áreas que trascendió ayer, dos de ellas, tal vez las más importantes, quedan en el aire.

Se trata de Educación y Sanidad. Los partidos han dejado en «standby» la asignación de las dos carteras con el pretexto de que son las más potentes y hay tiempo para buscar personas de consenso, independientes o no, que satisfagan a los dos socios. El problema, en realidad, radica en Educación y Cultura.

No existe una disputa entre los dos partidos por ocupar estas consellerias sino algunas dudas internas dentro de la coalición Compromís. Según fuentes conocedoras de la negociación, el Bloc considera irrenunciable la Conselleria de Educación mientras que Iniciativa (y Els Verds) teme que se convierta en munición para la oposición conservadora a cuenta de la política lingüística o identitaria.

La indecisión sobre esta área ha dejado también sin «dueño» la de Sanidad, por aquello de que el reparto de consellerias ha de ser a partes iguales entre PSPV y Compromís. Se decidirá el martes. Los socialistas no pondrán inconveniente a quedarse con una u otra.

Una Presidencia reforzada

Al margen de esto, los socialistas controlarán, obviamente, la Conselleria de Presidencia. Se da por seguro que no habrá conseller sino un secretario autonómico. Se trata de una conselleria con competencias reforzadas, ya que recoge algunas que con el PP han recaído en Vicepresidencia. Si no hay cambios próximamente, tendrá la secretaría autonómica de Comunicación; Análisis y Documentación; la Abogacía de la Generalitat; Relaciones Externas y con la Unión Europea y compartirá con la Conselleria de Vicepresidencia las relaciones con las Corts, ya que se espera una legislatura delicada por la fragmentación de la cámara autonómica.

Presidencia pierde el control sobre RTVV, pero el equipo de Ximo Puig gestionará directamente la política de Turismo, un sector al que ha dado mucha importancia en campaña. Aún no está claro si habrá un director general o un secretario autonómico.

Además de esto, los socialistas tendrán el control de la caja, al adjudicarse la Conselleria de Hacienda, Modelo Económico y Administraciones Públicas. La anunciada Agencia Valenciana de la Innovación prometida por Puig parece que no estará sometida a esta conselleria sino bajo el designio de Economía, controlada por Compromís. Sin embargo, fuentes de la negociación indicaron que los socios pretenden que cada conselleria sea «mestiza», con cargos de los dos partidos, con lo que esa agencia podría recaer en algún perfil designado por el PSPV.

Los socialistas también elegirán conseller en las consellerias de Justicia, Gobernación y Reformas Democráticas, así como en Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio.

Oltra, referente feminista y social

Esto en lo que respecta a los socialistas. Compromís, por su parte, ocupará otras cinco consellerias. Mònica Oltra estará al frente de Vicepresidencia, Portavoz del Consell, Igualdad y Política Inclusiva. La líder de Compromís se hace así, además de con la proyección mediática de la portavocía, con unas competencias que la pueden convertir en referente feminista y social, tras una campaña centrada en la emergencia social y el «rescatem persones». Una cartera con presupuesto, pero también con mucho riesgo de desgaste si no se cumplen las expectativas en Bienestar Social.

También liderará Compromís la única área nueva del Consell: Transparencia, Responsabilidad social, Participación y Cooperación. Todo un guiño a Podemos y una victoria frente al PSPV, que quería dejar esta área en una dirección general. Compromís gestionará igualmente las carteras de Economía sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Empleo así como las de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural.

Fuentes de ambos partidos destacaron ayer el clima de cordialidad del bipartito, e insistieron en que se trata de un gobierno único y paritario, donde los nombres que proponga cada partido se someterán a la opinión (que no veto) del socio y los dos partidos designarán cargos en el segundo y tercer escalón. Es ahí donde, probablemente, aparezcan más políticos ya que la pretensión es que los consellers sean independientes (si los encuentran).

Al margen de esto, la mayor novedad en el anuncio de ayer fue el nombre de las consellerias, algo más poético y que generará un coste de miles de euros en cambio de rotulación. Los nombres, en todo caso, son una declaración de intenciones, casi una promesa programática. La clásica área de Medio Ambiente lo será también de Cambio Climático. Sanidad será ahora «Sanidad Universal y Salud Pública»; la de Hacienda incluye «Modelo Económico» y Bienestar Social se transforma, bajo el liderazgo de Oltra, en «Política Inclusiva».