Los partidos son como seres vivos que cambian y evolucionan con el paso de los años. Los políticos, también. Lo que hace quince años era de «justicia social y humanidad» ahora es un peligro para la supervivencia de la Unión Europea. El Consell de Eduardo Zaplana aprobó en el año 2000 el decreto «por el que se establece el derecho a la asistencia sanitaria a ciudadanos extranjeros en la Comunitat Valenciana y se crea la Tarjeta Solidaria». Esta norma permitía acudir al médico y a los especialistas con las mismas garantías tanto a los inmigrantes regulares como a los irregulares. El Gobierno de Rajoy recortó la Sanidad para esta población y el nuevo Gobierno valenciano la recuperó con un decreto-ley a final de julio que confirmarán las Corts en el pleno del 9 de septiembre.

El subsecretario de aquella Conselleria de Sanidad del Consell de Zaplana era el Rubén Moreno, quien ahora es secretario general del Ministerio de Sanidad y abanderado del Gobierno contra las comunidades autónomas que han impulsado la recuperación de la atención sanitaria para inmigrantes irregulares. Moreno defendió en el Congreso que la norma de Sanidad Universal que ha aprobado la consellera Carmen Montón «podría vulnerar las competencias del Estado» y podría acarrear multas millonarias de la Unión Europea. En el año 2000, esta medida no eran tan inconstitucional para el departamento del que era alto cargo Rubén Ibáñez ni tampoco para el PP.

Montón replicó ayer al Gobierno que la «amenaza» de multas por prestar asistencia sanitaria a inmigrantes irregulares es una «salida de tono sin fundamento» y opina que «la exclusión sanitaria tiene los días contados».

Oltra: «Es cuestión de derechos» y «de control de epidemias»

La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, indicó ayer que la atención sanitaria es «una cuestión de derechos humanos», pero también «de control de las epidemias». Por ello, replicó al Ministerio de Sanidad que no atender a los inmigrantes en situación irregular supone «un riesgo para toda la población». «Una infección no mira los papeles, ni la residencia ni la nacionalidad de las personas, una infección se transmite de persona a persona», aseveró.