El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, utilizó ayer un mismo guión „la letra de Maximilià Thous en el himno oficial„ para pedir a los valencianos que depongan una actitud y adopten otra. Que se dejen de «falsas ofrendas» a España y tomen conciencia de la necesidad de mantener una acción reivindicativa ante Madrid para acabar con la discriminación histórica en la financiación. «¡Valencians en peu alcem-se!», fue la proclama con la que el jefe del Consell cerró ayer su primer discurso institucional del Nou d´Octubre como presidente.

Ximo Puig invitó a los valencianos a movilizarse, a emular a aquellos que «salieron a las calles en 1977» al grito de «Volem l´Estatut». El jefe del Consell reclamó varias veces durante su discurso «unidad» a toda la sociedad y de ésta con sus instituciones. «La situación que sufrimos no la puede resolver el Consell a solas, para superar el atasco económico y social se necesita el esfuerzo, el trabajo y la complicidad de toda la sociedad valenciana», reflexionó el presidente, quien sentenció que la «autonomía valenciana» sólo «tiene futuro si somos capaces de superar nuestras seculares disputas internas».

Ximo Puig entiende que la unidad en la actitud reivindicativa es clave para lograr un nuevo modelo de financiación autonómica. Sin una aportación «justa» de recursos «no podemos ejercer los mismos derechos que el resto de españoles». «Sin autonomía financiera, no hay autonomía política», subrayó el máximo responsable de la Generalitat. El actual modelo de financiación, caducado en 2014, «es discriminatorio» y provoca que existan «ciudadanos de primera y de segunda, según cuál sea su lugar de residencia». «Esto no es un problema de determinismo histórico», llegó a indicar el presidente del Ejecutivo autonómico. «No queremos ser más que nadie, pero tampoco aceptamos que se nos trate como si no fuéramos nadie», sentenció. Y en este punto reiteró: «El tiempo de las falsas ofrendas se ha acabado».

En su alocución en el acto solemne de entrega de los galardones, Puig consideró totalmente «necesario dar un paso adelante» porque, agregó, «si no estamos divididos lo podemos conseguir todo, si estamos divididos no seremos nada».

El presidente admitió que conseguir lo que se reclama «no será fácil». «Nunca ha sido nada fácil, ni se nos ha regalado nada», añadió. Para conseguirlo, dijo, «tenemos que mantener nuestra unidad». «Pase lo que pase en las próximas elecciones generales, el Gobierno de la Generalitat y su presidente seremos leales a la palabra dada y exigiremos lo que nos corresponde», prometió. En ese escenario de necesarios consensos en aras de una reforma de la financiación, Ximo Puig hizo un llamamiento a la necesidad de «romper tópicos y la inercia de muchos años» en los que se han dirimido «disputas seculares» en el seno del pueblo valenciano. «Habrá que hacer pedagogía, tener la sangre fría, coraje y toda la inteligencia», para conseguir el objetivo de acabar con la discriminación.

«Mejor» en vez de «más barato»

«Esta semana hemos dado un primer paso, un paso firme, un paso histórico con la firma del acuerdo por una financiación justa para la Comunitat Valenciana», recordó en alusión a la rúbrica del manifiesto compartido por el Consell, los empresarios, los sindicatos UGT y CC OO y las cinco universidades públicas valencianas. Las Corts Valencianes aprobaron el martes por unanimidad de todos los partidos reivindicar el cambio de modelo para beneficiar a la C. Valenciana así como el reconocimiento de la deuda histórica, calculada en 12.433 millones entre 2002 y 2014.

El presidente aprovechó su discurso para invitar a los empresarios a sumar esfuerzos con el Gobierno autonómico para «cambiar el paradigma» de modelo productivo para pasar del «yo te lo hago más barato» al «yo te lo hago mejor». «El mejor futuro para la economía valenciana es el del yo lo haré mejor, con más diseño, más innovación y un precio competitivo», argumentó el jefe del Consell para ilustrar su apuesta por una economía en la que prima el valor añadido y el conocimiento.