Judíos, musulmanes y cristianos buscan en Valencia "motivos para el consenso"

La comunidad ecuménica de Taizé, una pequeña aldea francesa, cuenta en la actualidad con un centenar de hermanos católicos y de varias iglesias protestantes, de casi treinta países distintos. Además, también han acogido a musulmanes: una familia de Irak, y refugiados de Sudán y Afganistán.

El hermano Alois, prior de Taizé, destacaba ayer por la mañana la importancia del trato personal a la hora de reaccionar al miedo ante lo desconocido, y dar la bienvenida a personas de países, culturas y creencias diferentes. Por si Taizé no fuera suficiente ejemplo, ayer por la tarde tuvo lugar un diálogo entre representantes judíos, cristianos y musulmanes de Valencia, que conversaron sobre las distintas visiones de la misericordia.

Isaac Sananes, presidente de la Comunidad Israelita de Valencia, destacó que para los judíos «misericordia es una palabra multidimensional, con una dimensión humana y otra divina», que en hebreo tiene tres términos que amplían el significado del castellano. Los judíos, según explicó Sananes, entienden la misericordia como la unión de compasión y fidelidad».

El representante cristiano, el obispo Esteban Escudero, apuntó que la misericordia cristiana es heredera de la de los profetas de Israel que se ve reflejada en Jesucristo, explicó.

El obispo contó la historia de un padre que vuelve a recibir en su hogar a un hijo que se había marchado. «Para mí, Dios es el padre que hace entrar al hijo perdido y el que se compadece de nosotros», explicó Escudero.

Por su parte, Mariam Barouni, representante del área de juventud del Centro Cultural Islámico de Valencia, inició su intervención con el saludo habitual de los musulmanes, «Salam alaikum wa rahmatu allah», que como explicó, quiere decir «que la paz esté con vosotros y su misericordia».

En sus cinco oraciones diarias, los musulmanes repiten en varias ocasiones que Dios es «misericordioso y compasivo» dos de los nombres que se le dan a la divinidad y que se repiten en cada inicio de sura del Corán. Según afirmó Barouni, «entendemos la misericordia como «buen trato, amor, compasión, y perdón que Allah [Dios] da a su creación».

La importancia del diálogo

Sobre los conflictos que en la actualidad hay en el mundo, la joven musulmana explicó que «el mensaje de las religiones y de Dios es misericordia para toda la humanidad, pero el que no es misericordioso es el ser humano» que lucha por «ego, riqueza y poder». Por esto, aclaró: «el mensaje de todas las religiones es el mismo: paz y convivencia; el que se ha desviado es el ser humano».

Barouni apuntó a este periódico que el diálogo interreligioso es «muy importante porque es el puente de acercamiento y la forma de reforzar la convivencia».

Isaac Sananes afirmó que es «fundamental oir lo que pueden transmitir los jóvenes» y destacó el poder de convocatoria de Taizé.

Además, Sananés se lamentó de que la política «lleva consigo un descenso del entendimiento religioso, porque se confunde con algo místico cuando realmente es una cuestión de ética, matizó.

El coste del encuentro lo pagan los asistentes

«El trabajo está bien hecho y eso significa que todo va como la seda», explica Óscat Benavent, delegado de Juventud de la Archidiócesis de Valencia, que tras tres meses de preparativos ha visto como los dos primeros días del encuentro se han producido sin imprevistos. «Ahora es cuando se ve y nos damos cuenta» del trabajo, afirmó Benavent. Además, añadió que la llegada de 15.000 jóvenes «da mucha alegría: vas por la ciudad y ves un ambiente muy bueno, muy agradable». Sobre el coste del encuentro, desde el Arzobispado explican que se sufraga con la participación que han pagado los asistentes, de 50 euros de media, que varía dependiendo del país de origen.