No hay un perfil determinado, sino una aversión irracional y violenta hacia lo diferente. Así son los criminales de odio, aquellos que matan por razón de sexo, raza, clase social, procedencia o creencias religiosas, entre otros. En la Comunitat Valenciana se han cometido, al menos, 12 asesinatos de este tipo en los últimos 25 años. Una cifra que podría aumentar ya que la falta de información sobre estos delitos dificulta su clasificación como crímenes de odio.
«Nos hemos encontrado con que los estamentos policiales y judiciales monitorizan estos casos desde hace muy poco. Es muy complicado conseguir que los tipifiquen como de 'odio' porque la mayoría de las veces los mezclan con delitos ordinarios», señala a Levante-EMV Miquel Ramos, periodista que junto a David Bou ha elaborado un mapa interactivo donde se localizan 86 casos de asesinatos de odio.
Con un solo 'clic' se puede acceder a cada una de estas historias. De cada víctima se aporta información personal y sobre su asesinato. En algunas ocasiones no ha sido posible recabar sus nombres, bien sea por la falta de acceso a registros oficiales o porque los medios de comunicación, principal fuente de información de la que bebe este estudio, no ha hecho seguimiento de los crímenes. En otros casos, resuenan apellidos de sobra conocidos, como los de Guillem Agulló i Salvador, asesinado en Montanejos en 1993 por un grupo de neonazis.
«A nosotros nos da igual la cifra, es lo de menos. Lo que queremos reflejar es que detrás de cada uno de estos asesinatos hay prejuicios, pensamientos que conducen a la violencia y en última instancia a muertes», señala Ramos.
«Una de los aspectos que nos ha llamado más la atención es que, en la mayoría de ocasiones, los agresores son jóvenes entre 16 y 21 años. Por lo tanto estamos ante un problema más profundo, de educación», añade el periodista, pocas horas antes de la presentación del proyecto en Valencia. Los resultados, en los que han estado trabajando cerca de un año, han sido expuestos también en el Parlamento Europeo.
De la aporafobia al racismo
«Los prejuicios están repartidos por toda España por igual, pero se concentran en las grandes urbes», explica Ramos. Así, en la C. Valenciana se han documentado 6 crímenes por aporofobia (odio a los pobres), un caso de intolerancia criminal (ultras de fútbol), un caso de islamofobia, uno de odio ideológico (el de Agulló), seis de racismo y xenofobia y uno de transfobia (repulsa hacia los transexuales). En algunos crímenes coincide más de un tipo de odio. «El proyecto continúa vivo. Estamos abiertos a colaborar con las instituciones. La idea es que la gente participe y aporte nuevas informaciones», detalló Ramos.
