La secretaria del grupo municipal popular del Ayuntamiento de Valencia, Mari Carmen García-Fuster González-Alegre, defendió de forma encendida y apasionada a su «alter ego» y ex alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, durante su declaración en el juzgado de instrucción número 18 de Valencia, como imputada por el presunto blanqueo de capitales cometido por los concejales y asesores del Ayuntamiento de Valencia. Levante-EMV ha tenido acceso a la grabación judicial de las declaraciones de cuatro de los imputados, de un total de medio centenar de investigados.

García-Fuster se muestra tajante a la hora de exculpar a su amiga y alcaldesa de Valencia durante 24 años. «Sí que tengo que decir que, en ningún momento, ha sido Rita Barberá [la que recogía el dinero de los donativos anónimos], lo juro solemnemente. Y lo digo porque ha sido la diana de todos los medios de comunicación», aseguró García-Fuster durante el interrogatorio del juez Víctor Gómez.

La considerada como «cajera» del PP desveló durante el interrogatorio, como ya adelantó Levante-EMV, que el PP recibía «en periodo electoral» donaciones habituales de «colaboradores, militantes, afiliados y allegados» de cantidades de dinero que una persona se encargaba de recoger y entregarle. Una persona a la que García-Fuster no quiso identificar y prefirió «preservar su identidad». Sí defendió la legalidad de estas donaciones, aunque estaban pohibidas por la Ley de financiación de partidos. A preguntas del magistrado, la cajera del PP achacó las siglas «CyA», utilizadas en sus cuadernos de contabilidad para identificar estas aportaciones anónimas como «cercanos y allegados», aunque otras fuentes las achacan a «cercanos y anónimos».

Estos ingresos «anónimos» no se pudieron recaudar en 2015 y, de ahí, que se recurriera en la última campaña electoral municipal a las aportaciones de 1.000 euros exigidas a los concejales y asesores. Una decisión que se tomó por el comité de campaña de la candidatura del PP al Ayuntamiento de Valencia en febrero de 2015. García-Fuster dijo no recordar de quién fue la idea de aportar los 1.000 euros y negó rotundamente que esa cantidad se volviera en dos billetes de 500 euros para blanquear dinero negro procedente de mordidas.

La alter ego de Rita Barberá también negó en su declaración que se devolviera a los asesores y concejales la aportación de 1.000 euros en dos billetes de 500 euros. «Eso es rotundamente falso. No era obligatorio. Era voluntario como tantas otras veces ha ocurrido», explicó la secretaria del grupo municipal popular.