La Comunitat Valenciana es una de las cinco autonomías contribuyentes neta. Las otras son, por orden, Madrid, Cataluña, Baleares y País Vasco. En concreto, la Comunitat Valenciana aporta el 1,4 % de su Producto Interior Bruto (PIB), lo que equivale a 1.416 millones de euros, al conjunto del territorio nacional.

Traducido por ciudadanos, el saldo negativo por valenciano asciende a 280 euros, según los datos correspondientes a 2013 aportados ayer por el Ministerio de Hacienda a partir de una metodología diseñada por los profesores Ángel de la Fuente, Ramón Barberán (Universidad de Zaragoza) y Ezequiel Uriel (Universitat de València).

El informe corrobora el criterio que sostiene la Generalitat para defender el mal trato a la Comunitat Valenciana en la financiación autonómica.

La conclusión es que la C. Valencia tuvo unos ingresos fiscales de 4.445 millones de euros, mientras que el gasto público tuvo un balance negativo de 5.862 millones. Ello supone que aporta 1.416 millones más de lo que recibe, según los últimos datos del ministerio.

Entre las conclusiones del estudio, Hacienda destaca que, «como cabría esperar, los impuestos soportados por los residentes de los distintos territorios aumentan con el nivel de renta, aunque con altibajos significativos que revelan diferencias de niveles de presión fiscal entre territorios».

De esta forma, los saldos fiscales autonómicos se deterioran, en términos generales, según aumenta la renta. Al mismo tiempo, el saldo fiscal tiende a empeorar según aumenta la renta per cápita, añade.