Los nueve concejales de Valencia se niegan a entregar sus actas
Aseguran que solo se irán cuando se les abra juicio oral y pasarán a los «no adscritos» en caso de ser expulsados
Por si alguien tenía alguna duda, ayer lo repitieron sin ambages. Los nueve concejales del PP del Ayuntamiento de Valencia «investigados« por un presunto delito de blanqueo de capitales no dejarán sus escaños. Sienten que todo lo que les está ocurriendo es una «injusticia» y eso no puede cambiarlo el acuerdo de Mariano Rajoy con Albert Rivera. Sólo se irán cuando se les abra juicio oral, como marcan los estatutos del partido. Y si el pacto de investidura les obliga, su decisión es continuar en el ayuntamiento como no adscritos.
Según fuentes consultadas por este periódico, la decisión del PP nacional y los detalles del acuerdo con Ciudadanos no son relevantes. «Entendemos perfectamente la decisión de Rajoy», dijeron las fuentes, pero «hay muchos casos diferentes en todo el país y cada uno es distinto».
Por lo que a ellos respecta, se siguen considerando inocentes y mantienen su decisión de aguantar en el cargo, un cargo que ocupan como independientes después de ser suspendidos cautelarmente de militancia. Sólo entregarán el acta cuando se abra juicio oral contra ellos, situación a la que esperan no llegar. Y en caso de que el partido, en virtud del acuerdo con Ciudadanos, acelere su expediente, les expulse del partido definitivamente y les reclame su acta, ellos se irán al grupo de los «no adscritos».
Aseguran, además, que es una postura unánime de los nueve concejales, que a pesar de las discrepancias iniciales, se han mantenido como una piña en todo este proceso. Es más, aseguran que si alguno de ellos decidiera marcharse, el siguiente de la lista del PP es Vicente Aleixandre, que está en la misma situación judicial que ellos y que no estaría dispuesto a renunciar tampoco a su acta.
La situación, por tanto, es la misma, o casi la misma, que al principio, con la dirección regional de Isabel Bonig intentando sacarlos de la esfera del PP y con la dirección nacional muy presionada desde la oposición y los medios. Lo que cambia ahora es que el paraguas que les había brindado la calle Génova —seguir como independientes dentro del Grupo Popular— se ha cerrado.
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