Los niños exigen que la nueva ley de la Infancia combata más el acoso escolar

Son ellos los que lo sufren. Por eso exigen al Consell que la nueva ley de la Infancia contemple medidas concretas para combatir el acoso escolar. Por primera vez, la Generalitat Valenciana ha realizado una consulta entre los menores para saber de primera mano qué les preocupa y qué les gustaría que incluyese la nueva ley de la Infancia. El acoso escolar figura como una de las mayores preocupaciones de niños y jóvenes que proponen, además, actuaciones concretas como «que sea el agresor el que cambie de colegio y no la víctima»; que exista «una mayor preocupación por la situación de desprotección que viven muchos menores en la escuela»; que el profesorado de los colegios «reciba una formación especializada para saber cómo erradicar el acoso escolar y cómo identificarlo»; que los padres y madres «tengan la obligación de controlar las redes sociales de sus hijos menores de edad a diario», que se cree una APP «para combatir problemas y escuchar soluciones de otros» y que exista «mayor vigilancia en las calles y en los patios de los colegios».

Se les ha pedido su opinión y los menores han cumplido. De hecho, el 44% de las 79 aportaciones recibidas son de niños y adolescentes. Entre las peticiones figura «que todos los pueblos tengan un consejo de la Infancia»; que «desde los 7 años se les considere más»; que «existan grupos de de participación cuando hay algo que les afecta», que «nos consulten en nuestros ayuntamientos a través de nuestros institutos y colegios» y que «se abran procesos de consulta para tener un espacio donde hacer sugerencias». Y es que tienen mucho que decir.

Ayudas a alimentación

Son menores de edad, lo que no significa que no vean lo que ocurre a su alrededor. Por ello, entre las peticiones también figura «ayudas a ONG para alimentación y educación», «buscar trabajo a los padres y madres», «más trabajadores en servicios sociales» para poder intervenir mejor y que «el Estado no permita que haya facturas de la luz tan elevadas que impidan que muchas familias puedan utilizar la calefacción en plena ola de frío».