El día amaneció tormentoso para la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, pero tuvo final feliz. Será la única candidata a presidir el partido de cara al congreso regional que se celebrará el fin de semana del 1 y el 2 de abril con el aval de 6.824 votos, el 97,4% del censo 'depurado' de inscritos para las primarias, las primeras que celebra el PPCV y que, a pesar de la poca participación (menos del 6% de la militancia) suponen un antes y un después para una organización acostumbrada al ordeno y mando. El primer censo oficial de inscritos superaba los 8.000 militantes, pero quedó reducido a 7.006 votantes, sólo aquellos que estaban al dia de las cuotas, una cifra algo inferior a los avales presentados en su momento.

Hubo que esperar hasta entrada la noche para conocer el recuento oficial de las papeletas, pero la lideresa ya empezó a respirar tranquila, mucho antes, sobre las 14 horas, cuando una jueza de primera instancia despejó el riesgo de que la votación se paralizara por el recurso presentado por José Luis Bayo, un aspirante alternativo sin opciones, pero que ha sido la china en el zapato de las anheladas primarias de Bonig.

Bayo había presentado hace días un recurso para impugnar el congreso, al entender que se habían vulnerado sus derechos como precandidato ya que, entre otras cuestiones, la organización no le había facilitado el censo de votantes inscritos. Como medida cautelar, pidió la paralización del proceso, pero la jueza se opuso. Tras conocer el fallo, Bayo concurrió ante los periodistas para anunciar su retirada y denunciar que no se había jugado limpio. Acusó al aparato del partido de haberle ninguneado y mantuvo su esperanza de que el congreso quede anulado en un futuro.

A partir de ese momento, Bonig se convirtió en candidata única y sólo faltaba espera el porcentaje de participación. A lo largo de la tarde, fueron depositando su voto cargos y mililantes. Bonig lo hizo en su pueblo natal, la Vall d'Uixò.

El trámite de ayer era el punto de partida de una carrera cuya meta es recuperar la presidencia de la Generalitat. Bonig, elegida hace dos años a dedo por Rajoy como relevo del expresidente Alberto Fabra, será dentro de dos semanas la presidenta legitimada por las bases. Con los resultados de ayer no será necesaria la segunda vuelta. Bonig llevará al congreso su candidatura junto con una nueva ejecutiva en la que seguirá el núclo duro.

Las primarias han puesto al descubierto un partido con mucho menos músculo del que se presumía y desmontado el mito de los 150.000 miliantes oficiales. Los censos, hinchados durante años con militantes que no pagan cuotas o incluso que causaron baja hace años, serán depurados, en la Comunitat y en toda España. El pinchazo de las primaras, con todo, no ha sido un caso aislado en la Comunitat, sino un fenómeno extensible a todos los territorios donde el PP ha hecho primarias. En ninguna comunidad, ha votado más del 10% del censo.

Ahora bien, al margen del escaso entusiasmo despertado, el proceso refuerza a la lideresa. Por delante quedan ahora los congresos provinciales. Bonig trabaja en sintonía con los dirigentes provinciales de Alicante y Castelló y sopesa si dar la batala con un candidato o una candidata alternativa a Betoret. Tiene pendiente también la segunda bendición de Rajoy. La oportunidad será en el congreso regional, al que asistirá el lider.

Los porcentajes de apoyos obtenidos por Bonig son superiores a las de sus homólogos, aunque estos han tenido reivales. La madrileña Cristina Cifuentes obtuvo el 86%; la número dos del PP, Dolores de Cospedal, un 82% y el catalán Xavier Garcia Albiol, el 98%.