Cañizares critica que existe un «pensamiento único laicista»

El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, rechazó ayer la imposición de «un pensamiento único laicista» y la «separación hostil y excluyente» entre instituciones civiles y confesiones religiosas. En su carta semanal titulada «Laicidad no es laicismo», Cañizares reclamado respeto a la libertad religiosa y la «aconfesionalidad del Estado con todas sus consecuencias y exigencias, sin ningún otro confesionalismo ideológico».

A juicio del cardenal, «menudea mucho últimamente, en el discurso político y social, el apelativo 'laico' para referirse a algunas realidades. Con mucha frecuencia se habla de una sociedad laica, de un Estado laico, de la escuela laica». «Bien entendido este calificativo y justamente aplicado, no soy yo menos celoso de él que lo puedan ser sus defensores a ultranza, ni lo es menos tampoco la Iglesia, que en la entraña de su fe está el reconocimiento de la autonomía del mundo», añade.

«Pero la verdad es que me preocupa el sentido que se da a este adjetivo: en buena parte de los casos con una fuerte carga ideológica, y con no poca confusión. Creo que se está generando una gran confusión que es preciso disipar, porque con ella se está caminando por un terreno resbaladizo en el que, con intención o sin ella, se está poniendo en tela de juicio nada menos que uno de los derechos fundamentales: el de la libertad religiosa», agrega.

En su opinión, este derecho «no es uno más, sino la piedra angular en el edificio de los derechos humanos: se refiere a lo más íntimo del hombre, su conciencia». Cañizares afirma que «la dificultad de aceptar el hecho religioso en el espacio público» se manifestó con ocasión del debate sobre las raíces cristianas de Europa.