La diputación aprueba una ordenanza para agilizar subvenciones

Antes de que el pleno se estancara en el debate sobre la modificación del plurilingüismo (moción propuesta por Cs que fue rechazada por los miembros del gobierno) la Diputación de València aprobó ayer una ordenanza destinada a agilizar y hacer más transparente la tramitación de las ayudas que otorgue esta institución, una iniciativa pendiente «desde hacía años», en palabras del diputado de Hacienda Toni Gaspar.

Esta norma prevé minimizar los convenios singulares, pero no los elimina del todo. Con el inicio de la nueva legislatura, esos contratos, caracterizados por no estar sujetos a bases homogéneas de concursos públicos, se redujeron de 18 a 2 millones de euros, señaló ayer el diputado y también alcalde de Faura. El objetivo es, además de simplificar, ejercer un «mayor control» en las ayudas que se ofrecen a los ayuntamientos.

Durante el pleno, el PP criticó la falta de ejecución del presupuesto, aunque desde la bancada socialista señalaron que tiene uno de los índices más elevados de los últimos años. También leyó una declaración institucional en la que exige al Gobierno central que los presupuestos de 2017 contemplen inversiones en infraestructuras equiparables al peso poblacional de los valencianos.