El portavoz de Economía del Partido Popular en las Corts, Rubén Ibáñez, denuncia que el jefe del Consell, Ximo Puig, «quiere convertir Presidencia de la Generalitat en una agencia inmobiliaria», por incluir en los presupuestos autonómicos de 2018 «una partida de un millón de euros para comprar suelo a los municipios y ofrecerlo después a empresas».

Ibáñez reivindica que «la despoblación se combate con inversiones en infraestructuras, sectores productivos, colegios y políticas de empleo», algo que, a su juicio, «en dos años ha sido incapaz de realizar el Consell». «Comprar y luego ofrecer suelo no garantiza que las empresas se quieran instalar en los municipios», insiste el responsable de Economía, quien se pregunta «para qué está el conseller Climent, que oficialmente tiene las competencias de Industria». En ese sentido, el popular asegura que la política del Consell «es la de la ocurrencia y la improvisación sin un plan concreto. Sus incumplimientos son los que provocan la despoblación y la desesperación en la C. Valenciana».

Ibáñez considera que «especular con suelo es el nuevo modelo productivo de Puig», en lo que ve «una nueva ocurrencia que se asimila mucho al intento de salvar la empresa de la que fue presidente y que ya vimos en su primer presupuesto», en referencia a Carns de Morella. Sobre las cuentas del próximo ejercicio, el parlamentario resume que se trata de un presupuesto que «destina dinero a comprar tierras, aumenta el gasto en asesores y altos cargos, dedica cero euros a la pobreza energética e incluye partidas ficticias».

El portavoz socialista en las Corts Manolo Mata defiende las ayudas que el Consell ha anunciado para los municipios en quiebra a través de la compra de terrenos en los que puedan instalarse empresas: «Hay que ayudar a los pueblos que se arruinaron y endeudaron por los proyectos faraónicos del PP».

Mata ha contestado así a las críticas del diputado 'popular' Rubén Ibáñez. «El PPCV no puede soportar que el apoyo al municipalismo y el respaldo a las entidades locales sean la piedra angular de las políticas de Ximo Puig», respondió el portavoz socialista. Mata pone como ejemplo la situación del Ayuntamiento de Vallada (Valencia) «uno de los más endedudados por el fracaso económico del parque empresarial ideado por el exalcalde del PP». «Como todos los proyectos de la época Camps -expresidente-, únicamente ha servido para que tenga una deuda que multiplica por ocho su presupuesto y para que no pueda acceder a gran parte de las subvenciones públicas».

El síndic socialista recuerda que a esta línea de ayudas para los municipios «en una situación extrema» se suma por segundo año consecutivo el Fondo de Cooperación Municipal, dotado con 40 millones de euros, o los 7 millones para el Plan Avant de lucha contra la despoblación en el interior.

«Los ayuntamientos estaban totalmente abandonados con el PPCV y seguirían igual de abandonados con las políticas de Rajoy si no fuera porque hay un gobierno comprometido con el municipalismo como el de Ximo Puig», incide. Para los socialistas, es «inconcebible» que el PP «no sólo fuera el responsable de la deuda de muchos municipios», sino que además ahora «se oponga y critique las ayudas del Consell para mejorar las cuentas públicas de estas localidades». Puig «prometió ayudar a los pueblos con deuda extrema y eso es lo que está haciendo, concluye el portavoz socialista.